20/02/2017

La Adopción de Híjar por el Caudillo

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La noticia de la adopción la recoge la prensa zaragozana, el diario “Amanecer”, de 18 de marzo de 1942, con el titular “HÍJAR ADOPTADO POR EL CAUDILLO ”de una manera muy pormenorizada por el corresponsal de Híjar-La adopción era un privilegio que no estaba al alcance de todos; estaba reservado a aquellas poblaciones que hubieran sufrido graves destrozos materiales y que por tanto iban a ser reconstruidas, hecho que estaba regulado en el Decreto de 23 de septiembre de 1939. RECONSTRUCCIÓN NACIONAL. Adopción por el Jefe del Estado de localidades dañadas por la guerra, en el que se indica en el preámbulo la necesidad de dictar normas de derecho singular, para la protección máxima para las máximas devastaciones colectivas, aprovechando, al mismo tiempo, la oportunidad para realizar en los Municipios aludidos, bajo la dirección del Gobierno, las mejoras urbanas y sociales que son exigencia de los principios rectores del Régimen. En la Orden de 28 de octubre de 1939 del Ministerio de la Gobernación sobre RECONSTRUCCIÓN NACIONAL se establecen las Normas para aplicación del Decreto de 23 de septiembre pasado.

Sabido es que en Híjar fueron saqueadas iglesias, ermitas, conventos por las tropas anarquistas, sobre todo en los primeros momentos de desencadenamiento de la Guerra . Todo esto lo sabemos, ya que de una manera machacona nos lo han repetido una y otra vez. Lo que ya no es conocido es el desastre, tanto de vidas humanas como de pérdidas materiales, producido en Híjar a consecuencia de bombardeos terribles de la aviación rebelde. Afortunadamente trabajos recientes, como el libro de José Mª Maldonado, nos permiten conocer con todo lujo de detalles el bombardeo de Alcañiz, por parte de la aviación italiana. En Híjar, a primeros de marzo de 1938, se sucedieron una serie de bombardeos terribles por parte de la aviación alemana, la Legión  Cóndor, que produjeron una cuantiosa sangría de víctimas humanas, como destrozos incontables en sus viviendas e infraestructuras. Que en Híjar fueron cuantiosos, nos lo corroboran tanto fuentes orales de protagonistas directos, como las escritas del novelista aragonés, Santiago Lorén, en su gran obra el Hospital de Sangre.

Prosigo con la crónica del “Amanecer” de 18 de marzo de 1942: “Fue el 13 de marzo de 1938 cuando esta localidad se vio liberada por el victorioso Ejército Nacional. Es el 13 de marzo de 1942 cuando se recibe la noticia de que este pueblo ha sido adoptado por el Caudillo. Constituyen, pues, dos fechas tan memorables para esta villa, que el vecindario no podrá olvidarlas nunca. Con la primera, las dos Españas se van convirtiendo en una; con la segunda, sigue siendo un hecho real la conversión de nuestra Patria, en una España grande y libre de ruinas y miserias. Es tanta la emoción que reina en estos momentos en esta localidad que podríamos condensar nuestra crónica, diciendo que al conocerse la noticia de la adopción, ha habido una auténtica explosión de entusiasmo tan enorme y tan general, que es indescriptible. Hallábase la mayor parte del vecindario en el miserere, elevando sus plegarias al cielo, cuando por telégrafo se ha recibido la noticia de haber sido adoptado este pueblo por el Caudillo.

El párroco, don Vicente Gimeno, es el primero que da la noticia al pueblo. Inmediatamente las campanas entonan un himno de alegría. Terminada la ceremonia religiosa, era casi imposible el andar por las calles, pues todo el vecindario está frenético de júbilo. Seguidamente, y como por encanto, aparece toda la juventud, haciendo vibrar todo el pueblo con el típico tocar de sus tambores. La alegría es desbordante. No se habla de otra cosa. Todo el mundo desearía que estuviera nuestro Caudillo para testimoniarle nuestro agradecimiento. Por la noche sale una rondalla que festeja el acontecimiento con sus coplas alusivas al mismo. Nadie duerme, ya que no se lo permite la emoción ni los tambores, que no cesan en toda la noche.

El día 14 se celebra una manifestación popular, presidida por las autoridades civiles, militares, eclesiásticas y jerarquías del Movimiento, la cual sale de la Plaza de la Villa y después de recorrer las principales calles, vuelve al mismo sitio, donde el señor alcalde, Don Pedro José Sancho, manifiesta su satisfacción al poder comunicar que, como fruto de las gestiones realizadas por los buenos hijaranos, tanto de los que viven en el pueblo como de los que residen fuera, se ha podido conseguir la adopción de Híjar por el Caudillo, y lleno de emoción y entusiasmo, resume su agradecimiento al Generalísimo, dando los gritos de Franco, Franco, Franco.

Seguidamente el señor párroco, don Vicente Gimeno, pone a la consideración de todos la gratitud que merece el señor alcalde por su tesón en velar por los intereses del pueblo, y expone en lúcidos párrafos la predilección que el Caudillo siente por los pueblos que sufrieron por la guerra, y de manera maravillosa hace ver cómo siendo equivalente adopción a afecto, éste debe reinar entre todos los vecinos, para así conseguir el verdadero engrandecimiento del pueblo y el bienestar entre todo el vecindario.

A continuación, el camarada Ángel Romeo, jefe local de la Falange, recogiendo la idea expuesta por el señor párroco, insiste en que la nobleza del Caudillo, al conceder este beneficio, sin mirar si es para derechas o izquierdas, debe servir de ejemplo para unirnos a todos para laborar por la prosperidad de España, advirtiendo que la Falange está siempre dispuesta y con el mismo espíritu del 18 de julio de 1936, para defender y cumplir las órdenes de Franco. Se cierra el acto cantándose el himno de la Falange, dando los gritos de ritual el alférez de la Guardia Civil, don Ricardo Blanco.

Terminamos nuestra crónica, felicitando efusivamente a las autoridades y a todos cuantos han intervenido en la consecución de este beneficio y rindiendo la más sincera y leal gratitud del pueblo de Híjar al Generalísimo Franco”.

En el Decreto de adopción, acompañaron a Híjar las poblaciones de: Montoro y Pozoblanco, de Córdoba; Deifontes y Jayena, de Granada; Artesa de Segre y Mayals, de Lérida; Torrelló, de Barcelona; Tardienta, de Huesca; y Sarrión, de Teruel.

 

 

 

También podemos conocer los acontecimientos relacionados con La Adopción de Híjar por el Caudillo en el Libro de Actas del Ayuntamiento. Vamos a verlos.

El Ayuntamiento que presidía Pedro José Sancho Viraque, en Pleno de 13 de marzo de 1942,  manifestó la gran importancia que tenía para Híjar la Adopción. A su vez declaró festivo el día 14, invitando al vecindario para exteriorizar su alegría y agradecimiento en una manifestación pública y que se cursaran los oportunos telegramas de agradecimiento y adhesión al Caudillo, al Ministro de la Gobernación, al Director General de Regiones Devastadas, al Subsecretario del Ministerio de la Gobernación, al Gobernador Civil, al Jefe Provincial de F.E.T. y de las J.O.N.S., y a todas aquellas personas de Madrid y Zaragoza que pusieron a disposición de la adopción sus amistades.

Del mismo modo, en Pleno de 15 de septiembre de 1942, merced a una propuesta suya y en justa compensación a los desvelos y actividades desplegadas en la pasada Cruzada de Liberación por el Excmo. Sr. General Franco y el acierto con que llevó a feliz término la campaña de exterminio del comunismo en el suelo patrio, a la vez que para perpetuar esta gesta, sirviendo de reconocimiento y admiración a generaciones venideras y creyendo interpretar fielmente el sentir del vecindario de esta Noble, Leal y Antiquísima Villa de Híjar, se aprobó por unanimidad: Dar el nombre de Avenida del Generalísimo a la vía pública que empieza en Arrabal del Puente y termina en la carretera de Alcañiz. Asimismo y con el fin de perpetuar la memoria del fundador de la Falange, vilmente asesinado por las hordas rojas en la pasada Guerra de Liberación y creyendo interpretar fielmente el sentir del vecindario por unanimidad se aprobó dar el nombre de José Antonio Primo de Rivera, a la vía pública que empieza en Avenida del Generalísimo y termina en la carretera de Samper.

A su vez siendo alcalde, las fiestas patronales de septiembre de 1942 se denominaron Fiestas de la Adopción, como homenaje y gratitud al Caudillo de España, Generalísimo Franco, por haber decretado la adopción de la Villa de Híjar, en atención a lo mucho que sufrió en vidas y enseres, y a  fin de reparar en lo posible los destrozos y ruinas del dominio comunista sectario. La Comisión estaba presidida por el Alcalde, Pedro José Sancho Virache. El Rosario de Cristal, una de las procesiones más señaladas de las fiestas, lo presidió el Gobernador Civil, José Mª Sánchez Ventura. Se inauguró el Monumento a los Caídos en la Guerra de Liberación, y se descubrieron las placas de las calles de Franco y de Primo de Rivera. Estuvieron en las fiestas la Banda del Hogar Pignatelli de Zaragoza y varias rondallas de varios pueblos. Actuó el grupo de las Gitanillas. Hubo novilladas en la plaza portátil, fuegos artificiales, carrera ciclista, cucañas, bailes, etc,