22/08/2011

La luz sepultada

La luz sepultada

Irene Vallejo es una joven licenciada en lenguas clásicas, columnista muy valorada del Heraldo, y que ahora, tras algunas experiencias editoriales de ensayos, se ha lanzado a escribir su primera novela: La luz sepultada. Ha tenido suerte, pues una editorial sevillana, Paréntesis, aceptó el original y ya está en las librerías, justamente a punto para el 75 aniversario del comienzo de la guerra civil. En efecto, se trata de un intento de comprender lo que ocurrió en Zaragoza en los primeros días, las primeras semanas tras la sublevación militar, a través de cuatro personas, dos hombres y dos mujeres, que protagonizan las enormes tensiones, el horror de ese tiempo. Hay una gran pregunta por debajo de todo: ¿cómo fue posible que una ciudad con una militancia muy importante anarquista y algunos sectores ugetistas, socialistas, más otros republicanos de mucha solera, etc., no previera ese golpe de estado, no se preparase para impedir su triunfo, para combatirlo?. Ciertamente, el traidor general Cabanellas engañó a todos con su manifiesto acabado en un “!Viva la República!”; y el timorato y despistado gobernador Vera Coronel se negó a repartir armas entre la clase obrera y los políticos del Frente Popular. Pero hay más causas, más racones, que Irene escudrila y nos muestra, en una opera prima lograda, interesante, a veces estremecedora.