Núm. 106-117 (noviembre de 2014)
Cuando fallan todos los controles, César Ciriano*
El Estado de Derecho debe reforzarse con un fortalecimiento radical de los instrumentos de control, y una reforma radical del sistema de partidos, y reforma radical de la Administración.
Proponemos desde Fundiniciativas las siguientes medidas, algunas que algunos partidos (Podemos, UPyD, Ciudadanos) están comenzando a exponer ante la opinión pública y algunas que el equipo de Pedro Sánchez ya está adoptando y ha incluido en la acertada Declaración de Valencia de hace unos días.
http://www.aragondigital.es/noticia.asp?notid=126634&secid=21
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La democracia de la Constitución de 1978
107.1. En defensa del 78 y lo que entonces pasó, José Luis Trasobares*
Muchos treintañeros que van a las asambleas o círculos de Podemos (y de Ganemos) tienen un maravilloso desconocimiento de casi todo lo referido a la actividad institucional, a la política en general y a la reciente historia de España. Esa virginidad intelectual dará paso, sin duda, a una rápida asimilación de las cosas que interesan, porque los movimientos organizados de carácter alternativo deben ser, por encima de todo, escuelas de pensamiento y de acción. Sin dogmas, espero. Sin equívocos.
¿Qué equívocos? Por ejemplo, que la actual crisis social y política empezó en el 78, que la Transición fue una mascarada, que la Constitución dejó todo como estaba en el franquismo. Esto no es así. Las transformaciones habidas en un solo lustro, entre el 77 y el 82, fueron tan tremendas que describirlas como un mero lavado de cara no es de recibo. Sí, por supuesto, hubo que negociar y ceder y diseñar fórmulas de compromiso. Pero este país, tras pasar cuarenta años sometido al rigor de un régimen criminal, se convirtió en un ámbito de libertad bastante razonable. No cabía imaginar otro horizonte. No con unas fuerzas armadas dispuestas todavía a imponer algún tipo de involución por la fuerza de las armas.
La Transición no fue la causa de lo que ha pasado luego.
En palabras del historiador Santos Juliá, «… De ahí no salió un régimen sino un diseño institucional que quedaba pendiente de realizar. Ha sido la política derivada del sistema la que luego nos ha traído hasta aquí». Justo. Aquella Constitución del 78 debía ser una estación de tránsito, el final de una etapa larga y durísima. Pero se convirtió en una estación término, y el proceso democrático se frenó, embarrancó y acabó produciendo fenómenos (la corrupción, por ejemplo) que no estaban en los programas iniciales.
Sin embargo, los logros de entonces permiten hoy poner en pie una alternativa y traducirla en resultados electorales. Veamos ahora si se puede volver a poner el tren en marcha.
107.2. El Régimen, Juan Cruz
Cuarenta años son los que duró Franco, y juro por mi madre y por mi padre que no se parecieron (en lo que yo los viví) a estos 40 años en que, por ejemplo, ha vivido mi hija. Ya que ando en ejemplos familiares, debo decir que en el Régimen (en el que siempre llamamos Régimen) mi padre, mi madre y mis hermanos no podían ir al ayuntamiento, al juzgado o al médico sin temor a ser expulsados o mal atendidos; y sé, porque lo viví, que desde que se instauró en España lo que ahora muchos llaman Régimen del 78, como si éste fuera oprobioso, aquí la gente pudo hablar, discutir, asociarse, pedir becas y obtenerlas, estudiar aunque no tuviera posibles, exigir buen trato de los organismos públicos. El público en general, el que había sido sojuzgado en el franquismo, y también el que disfrutó del franquismo, se hizo dueño de la calle y de las iniciativas, pudo votar, criticar, se hizo soberano. Fue tan importante el cambio que incluso no le gustó al Ejército ni a la Iglesia, que hasta entonces habían sido parte indivisible del Régimen de Franco.
Es muy probable que en medio del descrédito de las palabras se haya mezclado ahora como posible que se diga Régimen para hablar de lo que hemos vivido y resulte políticamente incorrecto que uno diga que está harto de una comparación de semejante falacia.
http://elpais.com/elpais/2014/11/21/opinion/1416585828_970772.html
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Resistir a la izquierda del tablero, María Eugenia R. Palop
En tanto sea este el sistema democrático al que podamos aspirar, el centro no es ni será nunca un espacio adecuado para garantizar el bien común, ni, mucho menos, para proteger a los más vulnerables de los desmanes del mercado.
Uno puede pensar que la «centralidad del tablero» no es un lugar ideológico, sino solo ese codiciado espacio en el que se reúnen más cómodamente las mayorías sociales, pero esto último no cambia nada, si es que concitar esas amplias mayorías sociales exige, como sospecho, renunciar a según qué presupuestos.
http://www.eldiario.es/zonacritica/Resistir-izquierda-tablero_6_328327200.html
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Los medios informativos
109.1. El Parlamento en los platós de televisión Rosa María Artal
“Tiene más carisma que Rajoy, más credibilidad que Pablo Iglesias y liga más que Pedro Sánchez”. “El pequeño Nicolás con tan solo 20 añitos, le moja la oreja a la mayoría de los políticos de nuestro país”. Opiniones de este tenor, vertidas en la red, demuestran lo que los programas llamados de Debate suponen en nuestra sociedad. Los personajes son intercambiables: políticos de cualquier ideología, periodistas, diferentes vividores –con mayores o menores problemas psicológicos-, lo que cuenta es el espectáculo. El que siempre pide más.
Críticas tan furibundas que dejan en cueros las intenciones que las alumbran, la ley del embudo como parámetro visible. Pizarras reservadas, siempre, invariablemente, a la economía neoliberal que nos ha traído hasta aquí.
Los programas de opinión se han enseñoreado de la programación audiovisual. De la mañana a la noche, todos los días de todas las semanas y todos los meses. Se diría –se ha dicho- que han sustituido de alguna manera al Parlamento en discusiones básicas, dado que la apisonadora del PP lo ha convertido en un órgano inútil en la práctica.
Una tertulia sería la que cuenta con varios participantes fijos o asiduos que comentan la actualidad desde sus puntos de vista, y un debate el que confronta ideas, preferiblemente con especialistas. Aquí hablamos de programas de entretenimiento. De lucha por la audiencia. No hay representatividad social como en Congreso o Senado. La dirección del espacio elige a sus contertulios o entrevistados en función del juego que van a darle para lograr su objetivo: la audiencia y cuanto conlleva.
Los dirigentes de Podemos, y en particular Pablo Iglesias, aprovecharon con gran astucia el sistema. Últimamente, todos los debates tenían a alguien de Podemos. Hasta estragar (todos los excesos cansan). Pablo Iglesias desborda las audiencias allí donde va. Pero, mira por donde, da plantón, se le sustituye por el pequeño Nicolás y Mariló Montero, y petan tanto o más. Y encima los adeptos pueden comparar y opinar entre el surtido ofertado. Y repartir -tan campantes-, carisma, credibilidad y atractivo
http://www.eldiario.es/zonacritica/Parlamento-platos-television_6_327977224.html
109.2. Perversión informativa, Juanma Vidal
La muerte de una veterana aristócrata, el encarcelamiento de una conocida tonadillera y la primera entrevista en directo de un muchacho con mucha imaginación, han colapsado las redes sociales y ocupado horas y horas y horas de emisión, ojo, en directo, de relevantes programas “container” en diferentes cadenas, que han rivalizado en espacio y cantidad para comentar dicha “actualidad” ¡Vayamos por partes!
Algunos colegas han cambiado la objetividad por el espectáculo, la cantidad de audiencia por la calidad de los contenidos, porque las cifran cantan y mandan, y eres el mejor si rompes el share y el peor si te arrastras por sus sótanos. Apelar al interés informativo general en estos tres casos es un viejo truco para ocultar los verdaderos objetivos crematísticos: ganar espectadores a costa de muertos, presos, ilusos y/o quien haga falta en esta carrera sin retorno, sin ética, sin valores.
El verdadero periodismo, el que hace que año tras año miles de jóvenes anhelen en toda España un futuro como contadores de historias maravillosas, no tiene que ver con lo descrito hasta aquí. Esa es la depravación y degeneración de la actividad. Lo que convierte al periodismo en la profesión más bella del mundo, ¡nobleza obliga!, es el compromiso con la verdad, el deseo de transmitirla y desentrañarla pese a la resistencia de otros, sin necesidad de pervertir el continente, porque el contenido es esencial y, puede y debe informarse de estos tres hechos pero sin espasmos, sin excesos, con rigor, objetividad y equidistancia.
http://www.publicoscopia.com/opinion-politica/item/2552-perversion-informativa.html
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Democracia y justicia constitucional, Juan José Solozábal
Según Rosanvallon, las deficientes democracias contemporáneas requieren de un esfuerzo por incrementar las relaciones de los representantes con los ciudadanos, no reducibles al momento electoral ; pero, además, nuestros sistemas políticos demandan un complemento que pueden suministrar instituciones que permitan una presencia particular del principio democrático, nos refiramos a las instituciones de la imparcialidad, como la administración profesional o las agencias independientes; hablemos de las instituciones de reflexión como los tribunales constitucionales; o se pida una nueva actitud a los gobiernos que deben acercarse a los ciudadanos y tratarlos de manera más considerada.
¿Qué es entonces lo que justifica a la justicia constitucional? Sin duda su trabajo con los principios que son identificados como integrantes nacionales de la democracia constitucional; que deben ser recordados y renovados; y cuya discusión estimula y vigoriza el propio sistema institucional.
La Justicia constitucional interviene, en primer lugar, en la identificación del acervo constitucional nacional, que puede consistir más en principios ideológicos que en rasgos identitarios. Así la justificación de la justicia constitucional está en la defensa del orden constitucional en sus fundamentos o principios, expresión de la identidad nacional, que no pueden ser garantizados por los órganos ordinarios de la democracia. Me parece que Rosanvallon hace una formulación inteligente de lo que podríamos llamar el constitucionalismo nacional.
En segundo lugar, los tribunales son un órgano de recuerdo y vigilancia. Las cortes constitucionales están para mantener activa la vigencia de los principios constitucionales. La vigilancia y el trabajo de la memoria son entonces explícitamente definidos como funciones políticas específicas.
Las cortes constitucionales, en fin, son un elemento vigorizador de las democracias al mejorar y estimular la deliberación constitucional, interviniendo en, como diría Sanford Levinson, la conversación sobre lo que la Norma Fundamental significa.
http://www.elimparcial.es/noticia.asp?ref=144846
111
El artículo 135 de la Constitución
111.1. El artículo 135 de la Constitución, antes y después de la reforma de 2011
Artículo 135 (hasta 2011)
1. El Gobierno habrá de estar autorizado por Ley para emitir Deuda Pública o contraer crédito.
2. Los créditos para satisfacer el pago de intereses y capital de la Deuda Pública del Estado se entenderán siempre incluidos en el estado de gastos de los presupuestos y no podrán ser objeto de enmienda o modificación, mientras se ajusten a las condiciones de la Ley de emisión.
Artículo 135 vigente (desde septiembre de 2011)
1. Todas las Administraciones Públicas adecuarán sus actuaciones al principio de estabilidad presupuestaria.
2. El Estado y las Comunidades Autónomas no podrán incurrir en un déficit estructural que supere los márgenes establecidos, en su caso, por la Unión Europea para sus Estados Miembros.
Una Ley Orgánica fijará el déficit estructural máximo permitido al Estado y a las Comunidades Autónomas, en relación con su producto interior bruto. Las Entidades Locales deberán presentar equilibrio presupuestario.
La actual situación económica y financiera no ha hecho sino reforzar la conveniencia de llevar el principio de referencia a nuestra Constitución
3. El Estado y las Comunidades Autónomas habrán de estar autorizados por Ley para emitir deuda pública o contraer crédito.
Los créditos para satisfacer los intereses y el capital de la deuda pública de las Administraciones se entenderán siempre incluidos en el estado de gastos de sus presupuestos y su pago gozará de prioridad absoluta. Estos créditos no podrán ser objeto de enmienda o modificación, mientras se ajusten a las condiciones de la Ley de emisión.
El volumen de deuda pública del conjunto de las Administraciones Públicas en relación al producto interior bruto del Estado no podrá superar el valor de referencia establecido en el Tratado de Funcionamiento de la Unión Europea.
4. Los límites de déficit estructural y de volumen de deuda pública sólo podrán superarse en caso de catástrofes naturales, recesión económica o situaciones de emergencia extraordinaria que escapen al control del Estado y perjudiquen considerablemente la situación financiera o la sostenibilidad económica o social del Estado, apreciadas por la mayoría absoluta de los miembros del Congreso de los Diputados.
5. Una Ley Orgánica desarrollará los principios a que se refiere este artículo, así como la participación, en los procedimientos respectivos, de los órganos de coordinación institucional entre las Administraciones Públicas en materia de política fiscal y financiera. En todo caso, regulará:
a) La distribución de los límites de déficit y de deuda entre las distintas Administraciones Públicas, los supuestos excepcionales de superación de los mismos y la forma y plazo de corrección de las desviaciones que sobre uno y otro pudieran producirse.
b) La metodología y el procedimiento para el cálculo del déficit estructural.
c) La responsabilidad de cada Administración Pública en caso de incumplimiento de los objetivos de estabilidad presupuestaria.
6. Las Comunidades Autónomas, de acuerdo con sus respectivos Estatutos y dentro de los límites a que se refiere este artículo, adoptarán las disposiciones que procedan para la aplicación efectiva del principio de estabilidad en sus normas y decisiones presupuestarias.
http://politica.elpais.com/politica/2014/11/24/actualidad/1416849910_452980.html
111.2. Sánchez y la engañosa irrelevancia populista, Roger Senserrich
El artículo 135 de la constitución es a la vez uno de los más irrelevantes de la ley fundamental y uno de los que recibe una atención más obsesiva. Inicialmente un precepto legal casi puramente técnico (dando al estado capacidad de endeudarse, y prohibiendo renegociar la deuda) fue extendido para incluir tres conceptos en apariencia importantes. Primero, el Estado y las comunidades autónomas están obligados a que su déficit estructural no supere los límites establecidos por la Unión Europea. Segundo, el pago de la deuda tendrá prioridad dentro del gasto público. Tercero, las administración se someterán al techo de deuda pública establecido por la Unión Europea.
¿Cuál es, entonces, el valor de esta reforma? Es muy simple: lo que hace el estado es “atarse al mástil” prometiendo de forma agravada que no cancelará pagos si las cosas van mal.
Aunque el contenido del 135 es poco importante, los principios detrás de ese artículo no lo son en absoluto. Es algo que a estas alturas debería ser una obviedad: el primer objetivo de cualquier gobernante de izquierdas habría ser, por encima de todo, la estabilidad presupuestaria. La única forma de pagar por los servicios y prestaciones del estado de bienestar es asegurarse que hay dinero para hacerlo, y asegurarse que los recursos necesarios para ello no dependan de la buena voluntad de los prestamistas. La obsesión de cualquier presidente de izquierdas, por tanto, debe ser trabajar para que el estado siempre tenga acceso a esa capacidad de gasto. Esto quiere decir equilibrar presupuestos siempre que sea posible, y hacer todo lo posible para no perder acceso a los mercados financieros cuando por un motivo u otro se gasta más de lo que se recauda. Un impago de la deuda, no importa como esta haya sido contraída, equivale a perder toda capacidad de endeudamiento, presente o futura. A corto plazo, esto quiere decir recortes y sufrimiento por el mero hecho que no hay dinero para pagarlo, y a largo perder la capacidad de invertir hoy en necesidades futuras (en cosas como infraestructura, por ejemplo, que a veces tiene sentido pagar con deuda) o de poder recurrir a los mercados en la próxima recesión.
Cosas como el artículo 135 tienen su razón de ser: están ahí para proteger a los votantes futuros de los desmanes de los políticos presentes, no para proteger a prestamistas de la voluntad popular. Si queremos un estado de bienestar fuerte, sólido y viable lo que queremos es tener unas instituciones con reglas claras que obliguen a los políticos a no gastar más de lo que tienen. Cuando Pedro Sánchez se dedica a criticar el 135, lo que que está criticando es esta clase de reglas.
Gobierno responsable es el que protege a los votantes y los servicios públicos que estos reciben a base de obligar a los políticos a hacer cosas impopulares, como recaudar impuestos para poder pagarlos. El 135 no es para proteger a los mercados; si el estado de bienestar depende de que el sistema financiero nos siga prestando dinero, algo hemos hecho mal.
http://politikon.es/2014/11/25/sanchez-y-la-enganosa-irrelevancia-populista/
111.3. Pedro Sánchez y el “síndrome de la coleta”, José Oneto
Su decisión de votar en el Parlamento este martes, junto con su grupo a favor de una propuesta de Izquierda Unida Plural y el Grupo Mixto, para modificar la reforma de la Constitución de 2011, llevada a cabo a propuesta de Zapatero, tras alcanzar un acuerdo con Mariano Rajoy, es toda una rectificación política que ha provocado malestar en el antiguo Presidente del Gobierno socialista, sorpresa en quienes hace tres años se vieron obligados a votar una reforma en la que no creían y, desconcierto en parte de la ciudadanía que nunca aceptó que se hiciera una reforma exprés de la Constitución sin contar con ellos y huyendo del referéndum, como establece la propia Carta Magna.
La reforma constitucional se hizo en pleno mes de agosto, convocadas ya las elecciones generales del 20 de noviembre de 2011, sin un referéndum previo, con el acuerdo de los dos grandes partidos, y sin consenso con el resto de las fuerzas parlamentarias.
Una chapuza política que igualaba a los que estaban en el poder y a los que querían heredarles, y un atropello democrático, sin transparencia, sin consulta pública y sin esa tercera urna, que le hubiera dado la validez democrática, por parte de la ciudadanía, que necesitaba esa primera reforma importante que se hacía de la Constitución.
Realizada la reforma se supo que el Banco Central Europeo (BCE) no exigió al Gobierno Zapatero esa reforma constitucional para calmar a los mercados de deuda. En la carta remitida por la institución, presidida entonces por Jean-Claude Trichet a Zapatero en agosto de 2012 el Banco Central “no sugería cambios en la Constitución española”.
Ahora lo que se propone es una “reforma de la reforma”, cuando ha sido precisamente “Podemos” el partido que ha abierto el debate de si la Deuda hay que pagarla o no, si no hay que hacer una auditoría previa, o si hay que empezar por hacer una quita previa… Es lo que ha provocado el llamado “síndrome de la coleta.
http://www.republica.com/2014/11/25/pedro-sanchez-y-el-sindrome-de-la-coleta_853378/
111.4. La herencia envenenada de Pedro Sánchez a Pedro Sánchez, Aníbal Malvar
El PSOE tiene que reconocer que en sus 22 años de gobierno ha hecho socialismo solo a ratos. Cuando venían bien dadas. Yo sospecho que los españoles ya estamos maduros para jugar al socialismo, que es una ideología que se ve en la calle y se oye en los taconeos obreros de las aceras. Si quiere recobrar credibilidad, el nuevo PSOE tiene que renunciar a adorar al viejo PSOE, insultar a un banquero y vagabundear con la gente por las calles. Y Pedro Sánchez está obligado a decir explícitamente que renuncia a Satanás, como se recita en los bautizos: que repudia aquel voto suyo a la reforma del artículo 135 de la Constitución, que es un atentado contra el socialismo y contra el obrero, que vienen a ser muy confundibles.
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Tres años de Gobierno
112.1. Rajoy, tercer año: el profeta del milagro económico que falló en todo, Jorge Otero
Tres años después del arrollador triunfo electoral del PP, en España hay más paro y más pobreza. Una realidad que choca con el triunfalismo del Gobierno, que pregona una recuperación que sólo se atisba en algunas estadísticas oficial
Paro incontrolable: La tasa de paro en diciembre de 2011 era del 22,56% y había 5.287.300 parados. Casi tres años después dicha tasa está todavía en el 23,67% y los parados son 140.000 más
Cada vez más pobres: en 2011 el 26,7% de la población corría el riesgo de caer en la pobreza; en 2013 —últimos datos disponibles— ese porcentaje se incrementó hasta el 27,3%, y los expertos señalan que en 2014 la situación será todavía peor. También se ha disparado el porcentaje de personas que sufren dificultades para llegar a fin de mes: el INE certifica que en 2011 el 58,3% de los ciudadanos tenía dificultades para acabar el mes; en 2013 el dato ya había escalado hasta el 67%. La misma tendencia se repite con los hogares que subsisten con lo justo: del 56,3% en 2011 se ha pasado al 65% en 2013.
Caída del PIB: Desde que el PP ha llegado al poder la riqueza nacional ha descendido en 25.966 millones de euros.
Frenazo a las exportaciones: el déficit comercial alcanzó en el primer semestre de 2014 los 11.882,4 millones de euros, prácticamente el doble que en el mismo período de 2013 cuando se situó en 5.824,2 millones de euros.
La deuda pública, en máximos históricos: Las políticas de austeridad, los recortes sociales y los ajustes no han servido para poner coto al volumen de deuda pública, que ya supone el 97,1% de PIB: el Estado español debe más de un billón de euros, en concreto 1.020.680 millones de euros. Hace exactamente tres años, en el tercer trimestre de 2012, justo antes de la llegada del PP al poder, la deuda pública alcanzaba el 66% del PIB y el país debía unos 350.000 millones menos que ahora.
Déficit público, a duras penas: En tres años el PP aún no ha conseguido domar el déficit público, pese a que se presentó como el mejor garante para hacerlo. El objetivo de déficit para 2014 se ha fijado en el 5,5%. Después de los tijeretazos de los últimos años, el Gobierno pretende recortar otros 16.000 millones de euros en gasto público este año. Bruselas cree que España tampoco cumplirá este año con el déficit —aunque sea un incumplimiento mínimo: la Comisión Europea cree que el déficit español cerrará en el 5,6%
La morosidad bancaria sigue de récord: en octubre de 2011 la tasa de morosidad estaba en el 7,41%; en octubre de 2014 no se devuelven el 13,01% de los créditos. La cifra en términos absolutos de créditos dudosos se sitúa ahora en 180.517 millones de euros; hace tres años esa cifra era de 131.908 millones.
Sólo la prima de riesgo da un respiro: Fue la acción de Draghi y del BCE y no la del Gobierno la que logró controlar la prima de riesgo
112.2. El precariado, la peor herencia, Joaquín Estefanía
Seis de cada 10 jóvenes españoles planea emigrar en busca de empleo
Tal dualidad no se ha corregido para nada tras esa reforma que, además, ha facilitado a traición (porque de ello no se decía nada en su justificación normativa) una devaluación salarial que ha reducido la capacidad adquisitiva de la mayor parte de las familias españolas. Los últimos datos del INE y de la Agencia Tributaria ponen de manifiesto las bajas retribuciones de una gran parte de los trabajadores españoles.
El precariado, o está en paro, o tiene un contrato a tiempo parcial involuntario, o un contrato temporal. Sin un anclaje estable en el trabajo, sin la identidad que da un puesto más o menos seguro, centenares de miles de personas se van incorporando a este grupo que ni pertenece a la clase obrera, ni a la clase media, ni a la economía sumergida. No tienen contrato social con la sociedad y en muchos casos pueden dejar atrás las razones morales para respetar las leyes, cuya transgresión llega a ser su única forma de sobrevivir.
Más de la mitad de los jóvenes españoles carece de empleo, hacinándose en la búsqueda de un puesto de trabajo eventual. Cientos de miles de ellos viven de salarios y subsidios que no les permiten alcanzar unos estándares de vida mínimamente decentes. En la pared de una calle de Madrid hay un grafiti que dice: “Lo peor sería regresar a la vieja normalidad”. Esa sería la peor herencia de este Gobierno.
http://economia.elpais.com/economia/2014/11/23/actualidad/1416766686_705737.html
113
El ‘pequeño Nicolás’
113.1. El ‘pequeño Nicolás’: la niña de Rajoy, El Gran Wyoming
Aunque muchos afirman que Rajoy adolece de dotes de líder y que es un perfecto inútil, su obra empieza a dar frutos. El pequeño Nicolás se define como una persona “con sentido común, a diferencia de mucha gente en este país”. Estilo Rajoy 100%. Aparecen brotes verdes, indicios de una regeneración, de una nueva era de jóvenes emprendedores que traen un soplo de aire fresco a este país. Finalmente, la niña de Rajoy resultó ser niño.
Afirma que todo lo que ha hecho ha sido por salvar a España. Dice que jamás ha tenido intereses económicos, le pasa lo mismo que a sus referentes políticos que hoy nos gobiernan; se hacen ricos sin querer, como una consecuencia colateral de su amor a la patria.
Entre sus acciones solo relata su empeño en hacer una España mejor y obvia los contactos que ha mantenido con alcaldes y otros cargos del partido para ofrecer presentaciones, relaciones y gestiones con las que acelerar o tramitar asuntos de forma alternativa.
Lo grave de este caso, que parece que todo el mundo pasa por alto, no reside en que fuera o dejara de ser un impostor, sino en el mal concepto que parecen tener los cargos del PP de sus propios compañeros. Los contactados por el pequeño Nicolás alegan que les engañó al contarles que hablaba en nombre de la dirección del partido, pero olvidan que les estaba ofreciendo un catálogo de fechorías y, al parecer, ninguno de ellos pensaba que los que habitan en las alturas de Génova pudieran ser personas honradas, lo único que les indigna es que el chaval resultara un farsante. Pasó demasiado tiempo sin que nadie descolgara el teléfono para llamar a la sede del partido y decir: “Aquí hay un mequetrefe que dice que la vicepresidenta es una delincuente y pretende corrompernos proponiéndonos negocios turbios”. No, tal cosa no se produjo, todo les parecía de lo más normal. ¡Cómo debe ser el panorama moral en el que habitan!
Todos parecen creer que sus compañeros son unos delincuentes. Ante la propuesta de delinquir no saltan las alarmas.
En efecto, el pequeño Nicolás parece ser un impostor, mejor dicho, un presunto impostor, pues a él también hay que aplicarle la presunción de inocencia, pero esa presunción ya no cabe para los cargos a los que contactó, que ya han demostrado que no tenían el menor inconveniente en la cohabitación con el delito.
113.2. Francisco Nicolás Gómez y algunas certezas, José Antonio Zarzalejos
El sistema institucional español es tan frágil, tan débil, tan quebradizo, que a una enorme mayoría de ciudadanos les resultaría perfectamente factible que Francisco Nicolás Gómez haya podido poner en jaque a unos y a otros. Las supuestas andanzas del personaje formarían parte de la percepción de desconcierto, improvisación y falta de rigor institucional y político en la actual coyuntura
Francisco Nicolás Gómez puede ser un sicópata, pero no es un imbécil. Porque, además de poner en jaque a los medios de comunicación, consiguió un efecto añadido: obligar a la Casa del Rey, la vicepresidencia del Gobierno, el CNI, dos ministerios y la Comunidad de Madrid a que desmintieran sus versiones. No es nada seguro –sino todo lo contrario– que el remedio haya sido mejor que la enfermedad.
Algo de cierto –de inquietantemente cierto para algunos– podría contar este chico. Pero no secretos de Estado. Otros secretos más humanos, más domésticos y más usuales. E infinitamente más vulgares. Y que quizás, a determinadas personas, sean los que realmente interesen.
113.3. Nicolás retrata la corrupción, Juan M. Blanco
El viaje de Nicolás por las profundidades de la política española ofrece valiosas pinceladas, compone un bosquejo que permite recomponer parte del cuadro institucional
La ambigüedad inherente y la inexistencia de credenciales oficiales, permiten la entrada de impostores, aprovechados que fingiendo intermediar para alguna de las partes, trabajan en realidad para sí mismos
El desmesurado afán de protagonismo es el detalle que apunta a Nicolás más como un impostor que como un auténtico intermediario aunque algunas de sus conexiones realmente existiesen. De ahí el pánico en determinadas esferas del poder.
http://vozpopuli.com/blogs/5173-juan-m-blanco-nicolas-retrata-la-corrupcion
113.4. Algunas preguntas importantes sobre el pequeño Nicolás que el Gobierno debería contestar, Ignacio Escolar
Nicolás miente, pero en la alucinante historia de este presunto estafador sí hay algunos detalles extraños que nos deberían explicar. Son cinco asuntos que aún están por aclarar y donde los hechos, escandalosos, no se basan simplemente en la palabra de ese imputado por estafa sin ninguna credibilidad que es hoy el pequeño Nicolás.
¿Tenía acceso a pinchazos telefónicos?
¿Por qué usaba coches oficiales?
¿Puso una escolta a Miguel Bernad?
¿Cómo tenía el móvil del rey Juan Carlos?
¿Cómo entró en la proclamación real?
Las respuestas dadas son falsas y contradictorias
http://www.eldiario.es/escolar/preguntas-importantes-Nicolas-Gobierno-contestar_6_328327204.html
113.5. Quien se acuesta con niños, Jorge Bezares
Demasiados desmentidos para creerles. Tan contundentes y rápidos han sido los refutados, que no me los acabo de creer.
Si como intuimos este jovenzuelo es un trolero de quinta división, por qué se molestan en desmentirle, cómo es posible que se le quiera matar a cañonazos desde las más altas instituciones del Estado cuando es una simple mosca cojonera con una imaginación de elefante. ¿No será que, entre mentiras y medias verdades, este mixto lobo, con ADN del Lazarillo de Tormes y el Dioni, ha dejado caer alguna que otra verdad?
No estaría mal que, en aras a la sacrosanta transparencia a la que ahora se apuntan todas las instituciones democráticas, se investigara hasta el final si es verdad eso de que el CNI pincha ilegalmente teléfonos a ciudadanos que pudieran representar “un problema para personalidades del Estado”.
O si es verdad que negoció con los Pujol para abortar la consulta soberanista del 9-N. O si es verdad que pasteleó con Manos Limpias para evitar que la Infanta Cristina fuera imputada en el caso Nóos y hasta la susodicha le agradeció los desinteresados servicios prestados. O si es verdad que habló con el Rey y se wasapeó con él como si de un colega de su barrio se tratara.
Eso que su jefa de gabinete, la eficiente María Pico, llamara por teléfono al pequeño Nicolás para advertirle que lo que estaba haciendo podría ser constitutivo de delito, me huele no mal, sino peor. ¿A cuántos ciudadanos españoles llama la jefa de gabinete de la vicepresidenta para advertirle de que ha cogido una presunta senda delictiva? ¿No hubiera sido más lógico llamar directamente a la policía?
http://www.andalucesdiario.es/tiros_papel/quien-se-acuesta-con-ninos/
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Corrupción
114.1. La obscenidad de la corrupción, Edwy Plenel
Fabrice Arfi (Mediapart),Benoît Collombat (France Inter) y Antoine Peillon (La Croix) han querido situar la corrupción en un lugar preeminente de la agenda política y mediática, analizar su banalización y las consecuencias de esta, impulsar un frente que se revele y se resista a este mal que cercena nuestras democracias.
Roberto Scarpinato lo supo antes que ellos y supuso una dolorosa experiencia: “¿Sabe lo que dice el Libro del Eclesiastés? Quien aumenta el conocimiento, aumenta el dolor”. Es su traductora [al francés], Anna Rizzelo, la que recoge esta confidencia al comienzo de un primer libro, en una breve entrevista titulada Le Dernier des juges [El Último de los jueces]. Y añade: “Él sabe y este conocimiento cambió su vida para siempre. El dolor del conocimiento está escrito en su rostro y en sus gestos”.
Todo está organizado para impedirnos ver bien, es decir, entrever lo fundamental. Luchar contra la corrupción, es hacer que caiga esta puesta en escena. Acabar con estas apariencias, pretextos, disipar los misterios, desenmascarar las imposturas. Y por eso esta lucha no es solo judicial, sino fundamentalmente política. La corrupción es el resorte de un sistema cultural que aleja a los gobernantes de los gobernados, del mismo modo que a los privilegiados de los explotados. En resumen, que aísla, desarma y desorienta al pueblo. Porque esta distancia descansa sobre la incomprensión, la pérdida de sentido, la confusión de los referentes, la reducción de las ideas.
Comienza por la palabra “impostura”, que viene del latín imponere, es decir, imponer. En el lengua eclesiástico, recuerda, el verbo imponere designaba en ocasiones el hecho de “hacer soportar el peso de una creencia mediante engaños”.
A continuación está la palabra “obsceno”, de ob scenum, es decir, lo que está “fuera de la escena”. Lo que no está sobre la escena y que por tanto no procede de la puesta en escena.
En su excepcional mayéutica democrática, Roberto Scarpinato cita al adivino Tiresias, vidente aunque ciego. En Edipo Rey, la tragedia de Sófocles, recuerda, que es este oráculo el que expulsa al tirano de Tebas, que le interrogaba sobre el mal misterioso que socavaba su ciudad. “El asesino que buscas, eres tú”. Un modo de decir que, frente a la corrupción, todos seremos asesinos si continuamos mirando lo prescindible y a continuar ciegos ante lo fundamental.
114.2. Las raíces del pantano de corrupción y de “la casta”, Manel García Biel
El pantano del que surge la corrupción es fruto de un sistema económico basado en la especulación y con la corrupción como subproducto.
deberíamos reflexionar a fondo y ver que no es sólo “una casta” la responsable de la situación. El responsable es el sistema económico dominante en nuestro caso, el capitalismo especulativo y concesional que está en la raíz de la situación. Hay una clase económica que se aprovecha, incluso en los momentos de crisis en su beneficio, y unas clases trabajadoras y populares, explotadas y utilizadas en los momentos de auge y desechadas en los momentos de crisis. Hay, por tanto, algo más que casta. Hay clases explotadoras y explotadas. Y hay políticas de derechas, las que sirven a las clases dominantes, y de izquierdas que sólo se reconocen, no por su nombre, sino por estar al servicio de las clases explotadas.
114.3. De debates, argumentarios, desconfianza y control ciudadano, Elisa de la Nuez
Frente a lo que les gusta decir, los políticos no gozan de ninguna presunción de inocencia en cuanto a su actividad política; eso se queda para los delitos y los procedimientos penales que puedan cometer, donde tienen la misma que cualquier otro ciudadano. En política lo sano es precisamente lo contrario. Hay que ser desconfiando y hay que ser exigente.
Y hay que estar muy atento para exigir responsabilidades políticas no ya por los casos de corrupción, nepotismo, despilfarro, etc –estén o no judicializados, porque algunos no lo estarán nunca- sino por cualquier tipo de acuerdo con trascendencia si al final se demuestra que fue un error. Porque de los errores, en política como en la vida, también hay que responder.
Le toca a la ciudadanía ejercitar esta vigilancia y presionar todo lo que pueda en esta dirección. El primer paso ya lo hemos dado: no se admiten más argumentarios, el que tenga que dar explicaciones de cualquier tipo lo mejor que puede hacer es dejarlos en casa, aún a riesgo de incurrir en las iras de la cúpula, porque si no incurrirá en las iras de la ciudadanía. Y es que la mejor política de comunicación consiste en creer en lo que se cuenta.
Como recordaba el juez del Tribunal Supremoamericano Louis Brandeis en democracia el cargo más importante es el de ciudadano.
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La desobediencia en política, Antoni Gutiérrez-Rubí
Estamos lejos, muy lejos, de la estimulante recomendación democrática de Hannah Arendt: «Hay que situar la desobediencia civil no sólo en el lenguaje político, sino en nuestro sistema político».
¿Cuánta desobediencia puede aceptar una Democracia? La respuesta fácil a la pregunta sería reducir la desobediencia a una frontal incompatibilidad con el cumplimiento de la Ley en vigor. Pero esta respuesta es demasiado simple para comprender el desafío de la desobediencia desde una perspectiva democrática y no exclusivamente jurídica.
Desobedecer no es, necesariamente, quebrantar o incumplir la Ley. Evitarla o esquivarla son opciones menos pugilísticas que lo que pretenden es explorar las zonas grises. Es decir, en vez de salirse de los márgenes de la Ley, se trata de buscar las rendijas legales entre líneas e incorporar las habilidades legalistas de los juristas en la acción política. Es un desafío controlado. Esa opción es la que, muchas veces, es utilizada por los propios responsables políticos para reinterpretar la literalidad exigente de la norma, dándole un sentido o un marco de interpretación aceptable, o tolerable.
Hay otra desobediencia que, por el contrario, busca la ejemplaridad —y no la astucia o la supuesta habilidad jurídica—, ya que el desafío forma parte de la protesta. Quiere hacer evidente la represión, el castigo o el impedimento al acto desobediente como intríseco a la dimensión cívica de este tipo de acción política. No se busca engañar. Ni escaparse. Se quiere desafiar, y el castigo es parte de la estrategia de victimización o proyección de la causa que se defiende.
¿Cuánta desobediencia es aceptable en una Democracia? Seguramente, mucha más de la que estipula la norma. A veces, gestionar lo tolerable es la mejor manera de avanzar hacia lo aceptable. Escenario imprescindible para el acuerdo y el pacto.
http://blogs.elpais.com/micropolitica/2014/11/la-desobediencia-en-politica.html
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El rechazo a las tasas judiciales sigue vivo dos años después de su aprobación Laura Farré Jaques
La Abogacía exige la eliminación de las tasas judiciales para los ciudadanos al cumplirse dos años de la aprobación de la Ley.
La oposición a las tasas judiciales también ha contado con el rechazo de la Federación de Colegios de Abogados de Europa (FBE), que durante su Congreso Anual en Frankfurt en 2013, aprobó una resolución calificando las tasas como “totalmente desproporcionadas” y expresando su “total rechazo a la normativa aprobada por el Gobierno español”.
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La Renta Básica: un intento de aportar racionalidad, Jordi Arcarons, Daniel Raventós y Lluís Torrens
No hubiéramos pensado que haríamos un recorrido tan largo y persistente cuando en el año 2001 un puñado de personas fundamos la Red Renta Básica. El 29 de noviembre celebraremos en la localidad madrileña de Fuenlabrada el XIV Simposio de la Renta Básica. Con la renta básica (RB), un ingreso monetario incondicional a toda la población, parece, según una primera mirada superficial, que pasa como con las modas y con los vientos: van y vienen. Ahora estamos en momentos en donde con toda seguridad la RB ocupa un espacio en el debate público de una intensidad hasta ahora desconocida.
La RB ha sido objeto de críticas de características muy distintas. Críticas algunas que, como queda dicho, provienen de autores o autoras que pueden ser situados políticamente en las izquierdas, y otras que son dirigidas por autores de derechas. Y algunas críticas son comunes a autores de distinto pensamiento político. No pretendemos en un artículo breve como éste salir al paso de todas esas críticas, pero sí puede ser útil recordarlas en una lista:
Lo hemos dicho más de una y de dos veces: los obstáculos fundamentales a la RB son políticos, como políticos fueron (o son, dependiendo del lugar) las resistencias al sufragio universal, las vacaciones pagadas, el derecho de huelga, el aborto libre o el matrimonio del mismo sexo.
Pero constatar que no hay una imposibilidad lógica o empírica a la RB, no equivale a afirmar que puede despertar simpatías unánimes. En política, hay que elegir. En política económica también. La RB, como también hemos escrito varas veces, es la propuesta mejor para garantizar la existencia material de toda la población. La RB no será nunca bien vista por aquellos que se benefician de que esa existencia no la tenga toda la ciudadanía. Constatarlo es apuntar más razonablemente a las tareas que hagan posible la conquista de la RB. La RB no solamente es deseable, también es factible. Con la RB hay que ser cauto, perseverante y, sobre todo, racional
http://blogs.publico.es/otrasmiradas/3127/la-renta-basica-un-intento-de-aportar-racionalidad/