29/04/2015

Los ibones del Pirineo

ibonesNos llega y reproducimos con mucho gusto, dado lo atractivo del tema, la reseña bibliográfica del profesor Ángel Luis Cortés Gracia sobre el libro de Alfonso Pardo (Coordinador), con Tomas Arruebo, Carlos Rodríguez-Casals, Javier del Valle, Zoe Santolaria y Javier Lanaja, Los ibones. Los sistemas subacuáticos menos conocidos del Pirineo aragonés (Institución Fernando el Católico)

Entre las lágrimas de Hércules y la aventura subacuática, el libro “Los ibones” nos permite adentrarnos en el fascinante mundo de los lagos de montaña. Muchos de ellos son visitados habitualmente por excursionistas que, al margen de su valor paisajístico, pocas veces se preguntan ¿cuándo y cómo se han formado? ¿qué está pasando en ellos? ¿qué seres vivos viven en ellos o gracias a ellos? ¿cuál será su evolución previsible?

El libro que nos ocupa habla de una serie de cuerpos de agua localizados en lugares a menudo remotos y difícilmente accesibles. Este hecho hizo que, a lo largo de la historia, las interpretaciones sobre su origen y evolución recogieran numerosos mitos y leyendas, algunas de las cuales han llegado hasta nuestros días y siguen formando parte de nuestro acervo cultural. De la misma forma que los ibones son difícilmente accesibles para muchos excursionistas, también lo son (si no más) para los equipos de investigación que tratan de desentrañar sus misterios. Este libro nos permitirá conocer las dificultades intrínsecas de estas investigaciones, que combinan aspectos puramente científicos con otros propios de deportes de aventura como el alpinismo y el buceo.

Entrando en los contenidos del libro y su estructura, los autores hacen en primer lugar una profunda revisión de diversos aspectos científicos que han permitido interpretar el origen y evolución de estos lagos. De esta manera, a lo largo de nuestra lectura encontraremos interesantes referencias al clima y sus variaciones a lo largo de la historia de la Tierra, así como a las consecuencias de estas variaciones reflejadas en el modelado del relieve terrestre y que actualmente podemos interpretar como morfologías de origen glaciar y fluvial al reconocer las evidencias de su actuación en distintos puntos de la superficie terrestre.

Una vez presentados los aspectos científicos generales, que permiten entender cómo se formaron estas masas de agua en esas localizaciones geográficas tan concretas, se nos presenta una detallada caracterización de los ibones pirenaicos desde el punto de vista de la Ecología: sus aguas, los seres vivos que habitan o dependen de ellas y el estado físico-químico de las mismas. Este estudio multidisciplinar ha permitido a los investigadores, y por lo tanto al lector, conocer mucho más sobre el estado actual de los ibones y cómo han ido evolucionando a lo largo de los últimos años. En este apartado ya se ponen de manifiesto las numerosas dificultades técnicas que conlleva un estudio de estas características.

El siguiente capítulo se podría considerar como un momento para el disfrute de los amantes de los paisajes de montaña en el que los autores recorren, de oeste a este, cada uno de los ibones más representativos de los distintos valles pirenaicos, con fotografías capturadas en diferentes estaciones del año que muestran el valor paisajístico de los mismos.

El último apartado de este libro cambia ligeramente el enfoque general de la obra y recuerda, en cierto modo, una literatura centrada en la aventura científica. Acompañada de imágenes y anécdotas muy ilustrativas del trabajo realizado por el equipo de investigación, la lectura de este capítulo nos permite conocer las peculiaridades del entorno, los recursos del ingenio ante la adversidad, la necesidad de colaborar con equipos especializados o la labor de divulgación. Todo ello llevó a la realización de un valioso y premiado documental (“Montañas de Agua”, 2010), así como a la participación del equipo en la filmación de la serie “Al filo de lo imposible” (2011), por la dificultad implícita a las inmersiones en estos medios extremos.

No queda fuera de este trabajo, y menos aún de los objetivos del equipo investigador, una labor de concienciación sobre la situación actual de los ibones: usos, contaminación, eutrofización, etc. Toda esa labor de investigación científica combinada con la actividad propia de los denominados deportes de aventura debería servir para incrementar el conocimiento de la ciudadanía sobre estos elementos tan característicos de nuestros paisajes de alta montaña, que no por lejanos deben ser olvidados o descuidados.

En resumen, nos encontramos ante una obra que intenta partir del conocimiento (o desconocimiento) cotidiano sobre los ibones para después llevar al lector a una “inmersión” en el conocimiento de los mismos a través de diversos aspectos científicos complementados con otros propios de la aventura.