“Tesón y melancolía” (1987-2012), tercera parte de las Memorias de Eloy Fernández Clemente
Eloy Fernández Clemente ha publicado el tercer tomo –y parece que último—de sus Memorias, que comprende el recuerdo y el comentario de sus vivencias entre los años 1987 a 2012. Editado por Rolde de Estudios Aragoneses, con la colaboración de otras instituciones culturales aragonesas, se completa así la trilogía formada, junto con el nuevo volumen, por los anteriores “El recuerdo que somos” (1942-1972) y “Los años de Andalan” (1972-1987).
Es innecesario presentar a nuestros lectores al autor, bien conocido de todos los interesados por la historia, la cultura y Aragón. Eloy Fernández, cumplidos ya los 70 años y catedrático emérito de Historia Económica, participa de ese espíritu ilustrado que le ha llevado a conocer muchas gentes, impulsar múltiples iniciativas, mantener la curiosidad por saber e investigar, volcarse en enseñar y divulgar, y preocuparse siempre por las cosas de Aragón.
El periodo de tiempo que abarca “Tesón y melancolía” está más próximo a nosotros y, por tanto, la panorámica que describe puede tener un especial interés para muchos lectores. El autor define su obra como unas memorias y no como una autobiografía, aunque haya mucho de personal en lo que cuenta. Y, fiel a su condición de historiador, narra su tiempo apoyándose en muchos datos y documentos que confieren realidad y cercanía a lo que cuenta. El volumen incluye también un numeroso y apretado conjunto de fotografías de personas y de momentos citados en el texto.
Da idea de la variedad de asuntos tratados la relación de los capítulos del libro: “Ante el hecho religioso. Cuarenta años de soledad”, “Teruel: territorio, historia, gentes”; “Los turolenses”; “Tiempos revueltos”; “Años viajeros”; “El aragonesismo”; “La historia de Aragón”; “El Decanato”; “La Biblioteca Aragonesa de Cultura” y “La familia y los amigos”.
A lo largo de 740 páginas desfilan, por tanto, narración de vivencias, semblanzas de personajes, recuerdos de proyectos e iniciativas. Todo ello apoyado en datos y testimonios de primera mano, que ponen de manifiesto el volumen de documentación que el autor ha sido capaz de acumular a lo largo de los años.
Eloy Fernández Clemente afirma: “Cuento mi tiempo como lo he visto…. Lo que callo son las historias oscuras… Aquí queda mi balance personal y de época…, muestro lo que creo he sido y soy, y lo que he hecho, a través de las mil peripecias que increíblemente caben en una vida…”.
Y nos deja culminadas estas Memorias, que han de ser fuente de información imprescindible para conocer la sociedad y la cultura aragonesa del amplio período de tiempo a que se refieren.
Tras su lectura, puede resultar curioso el título de este tercer tomo de memorias: “Tesón y melancolía”. Tesón desde luego, porque Eloy ha mantenido una increíble capacidad de trabajo, ilusión y perseverancia a lo largo de su vida; y pocas personas en nuestro Aragón pueden acreditar haber participado en tantos proyectos, relacionarse con tantas gentes, ilustrar y dar a conocer tantos aspectos de nuestra realidad social y cultural. Pero, ¿melancolía?… Eloy hace memoria y recuerda muchos momentos del pasado cercano, pero ni la tristeza ni la nostalgia se perciben como actitud vital; mantiene la ilusión y la capacidad de seguir adelante, de lo que es buena muestra haber concluido este volumen de memorias. Aunque bien puede ser cierto que, como dijera Aristóteles, “los grandes hombres son siempre de una naturaleza originalmente melancólica”.