Los Kadetes
Los kadetes eran los miembros del Konstitutsionnye Demokraty (KD), es decir, Demócratas Constitucionales, partido político ruso surgido después de la Revolución de 1905. El origen de la formación debe encontrarse en los escritos de Konstantin Kavelin y Boris Chicherin, y en el liderazgo político del historiador Pável Miliukov.
Los kadetes representaban la opción política de la burguesía rusa de profesionales liberales, funcionarios, profesores, juristas, etc.., que decidió organizarse para intentar participar en el sistema político que había cambiado con la Revolución de 1905. Como resultado de dicha Revolución se aprobó una legislación para establecer un sistema parlamentario, aunque muy limitado, ya que el zar conservaba muchas prerrogativas. Pero se había abierto una puerta para los partidos políticos.
Los kadetes, por tanto, representaban una opción liberal y democrática que pretendía que en Rusia se estableciera el sufragio universal incluyendo el femenino y una Asamblea Constituyente que determinara el tipo de régimen político, y que ellos pretendían fuera homologable a las democracias occidentales. Los kadetes no eran la única opción liberal. Existían los octubristas, a la derecha de los primeros.
El primer ministro Serguéi Witte invitó a los kadetes a participar en el gobierno a finales de 1905, pero las negociaciones no llegaron a buen puerto porque Witte consideraba que el KD exigía reformas muy radicales y porque no estaba dispuesto a sustituir en su gobierno a ministros considerados muy conservadores.
En la primera Duma los kadetes consiguieron la mayoría, que se repitió en la segunda. En ambas legislaturas se empeñaron en sacar su programa reformista democrático, algo que disgustaba profundamente al zar y a su ministro Stolypin, que terminó por disolver la Duma en junio de 1907. Para evitar que la nueva Duma siguiera controlada por los kadetes se aprobaron unas medidas para restringir el derecho al voto. La nueva Duma, por lo tanto, giró ostensiblemente hacia la derecha.
Cuando estalló la Gran Guerra los kadetes optaron por aparcar su oposición al zar para sumarse al esfuerzo general, algo muy común entre las fuerzas políticas de los países contendientes. Esta postura comenzó a cambiar cuando al año siguiente se hizo patente la incompetencia del régimen político para afrontar la guerra con éxito. Los kadetes pidieron que se nombrase un gobierno que fuera responsable ante la Duma. El zar se negó pero los kadetes no quisieron agitar la calle porque, en el fondo, temían la revolución social. Precisamente, el temor al auge de la izquierda hizo que el partido fuera moderando sus posturas, derechizándose. Este proceso se agudizó con la Revolución de febrero de 1917 porque se convirtió en la formación política que abrió sus puertas a muchos elementos políticos conservadores y de derecha. En plena revolución se vivió un intenso debate en su seno sobre la postura a tomar ante determinados cambios, como el de la reforma agraria. Un sector del partido quiso que se adoptara una postura claramente radical pero, al final, se impuso la moderación de Miliukov para preservar los derechos de propiedad de los terratenientes frente a la reforma agraria.
Los kadetes entraron en el gobierno provisional a partir de 1917, en un difícil equilibrio con los socialistas, y que se terminaría por romper en el verano a propósito de la cuestión ucraniana. Los kadetes terminaron por desarrollar un intenso nacionalismo centralista ruso frente al nacionalismo ucraniano. Por otro lado, defendían el mantenimiento de la alianza con los franceses y británicos para seguir luchando contra los alemanes y austriacos, alejándose claramente del sentir general contrario a mantener la guerra por sus terribles consecuencias. El nacionalismo ruso desarrollado por los kadetes también iba contra los alemanes. Por fin, los viejos ideales de democracia liberal fueron abandonados para defender una especie de dictadura que preservara el orden y, de ese modo, poder continuar la guerra.
Esta deriva nacionalista y conservadora hizo que los kadetes sufrieran una clara derrota electoral en las elecciones a la Asamblea Constituyente. Ante la Revolución de Octubre, muchos líderes kadetes se pasaron a la causa contrarrevolucionaria. Lenin consiguió la aprobación de una moción para detener y juzgar a los kadetes. El partido fue ilegalizado y algunos de sus líderes detenidos.