Los ires y venires de Francisco Javier Aguirre
Francisco Javier Aguirre González de Durana ha sido un hombre clave en el mundo de los archivos y bibliotecas de Aragón, en especial en su etapa turolense, inolvidable, y es autor de más de sesenta trabajos (libros, ponencias, artículos, etc.) de carácter profesional. Musicólogo, filántropo (son muy meritorios sus trabajos por acercar los libros y la música a los presos), ensayista (muchos artículos en prensa y revistas, una excelente Guía de Teruel, una biografía interesante de Florentino Ballesteros y un libro que le encargué para la BArC y realizó con gran esfuerzo y maestría, Puertas abiertas, que no figura ni en Dialnet), ha demostrado, sobre todo, con un oficio y un tesón muy notables su gran capacidad narrativa. Se ha dicho que aborda “todos los temas y estilos, del surrealismo grotesco al erotismo descarnado, pasando por la novela dramática, los relatos fantásticos, la biografía novelada y el costumbrismo”.
Comenzó a escribir literariamente hace cuarenta años en sus años en Madrid, donde también tradujo mucho del francés, inglés e italiano y recuperó el empeño narrativo ya en Zaragoza, donde en los últimos veinticinco años ha publicado títulos enigmáticos y sugestivos como El hombre-pez y otras magias, Nuevas leyendas del Monasterio de Piedra, Magia en la fuente de Fonz, Cónclave en Illueca, Los peregrinos de Valdejalón, La última cena, Desertores de Dios o La Sequera), varios ubicados en su querida comarca del Matarraña (Los duendes del Matarraña, La dama del Matarraña, Del Matarraña a New York, y las eróticas Cupido en el Matarraña, Musgo caliente, criaturas de Venus). En fin… Cuenta también con un precioso libro para niños: Corazón con corazón y un libro de relatos consecutivos, El Pentáculo Francés (Certeza), con Luis Bazán, Raúl Tristán y José Ángel Monteagudo.
Ahora, en cosa de semanas, ha presentado otros dos libros. El primero, Microclimax patafísico, con quince poemas Angélica Morales y sorprendentes ilustraciones de José Manuel Ubé, inicia la Colección Trípode en la editorial Teleo y se inspira en la filosofía artística y literaria de la Patafísica (“la ciencia que regula las excepciones y les propone soluciones imaginarias”), heredera de Alfred Jarry. De los tres centenares de prosas de Javier, en su mayor parte microrrelatos ramonianos, de los que reproducimos los siguientes, tan geniales:
AGILIDAD. Coger una bala al vuelo es la mejor manera de evitar que te dé.
CEBRA. Siempre cruzaba el paso de peatones dando saltitos de raya en raya hasta que un día se despertó la cebra y huyó al galope.
CONQUISTADOR. Se dedicaba a visitar castillos de arena y se aburría, así que decidió ir a conquistarlos o, en el peor de los casos, a defenderlos.
DENUNCIA. Un semáforo rojo se vuelve inmediatamente negro cuando presencia un delito de sangre.
DIETA. Después de mucho comer y de mucho trabajar, consiguió pasar de la clase media baja a la clase media ancha.
DUELO. Se dispararon de frente con tan poca puntería que las balas les dieron por la espalda.
ENCONTRONAZO. Entró al bar y pidió siete cafés, uno para cada día del mes. El camarero le dijo irritado que el mes solo tenía 24 horas. El cliente soltó un eructo. El camarero golpeó con furia la barra provocando un erupto. La cafetera huyó despavorida.
EQUIPAJE. Cinco maletillas fracasados se subieron al tren y quisieron viajar gratis en los altillos de los equipajes.
EXIGENCIA. Los empleados municipales cerraron la piscina pública el 11 de agosto porque reclamó sus 20 días de vacaciones reglamentarias.
GATOS. Cinco gatos sumaban un total de diez patas y once pies porque a uno de ellos se los habían buscado y se los habían encontrado.
HUMILDAD. Un ciempiés decidió volverse humilde y no alardear de velocidad ante los demás insectos terrestres, así que se arrancó una pata.
INSOLENCIA. Cumplió los 90 y dijo adiós a la vejez, que siguió su camino.
KGB. Cuando la matriculación de los automóviles iba a alcanzar las letras KGB, se habló sobre la prevención que podrían provocar esas siglas. Entre las soluciones barajadas para no herir susceptibilidades, prevaleció la de ponerlas en inglés.
LEJANÍA. Después de caminar horas y horas le apretaban tanto los zapatos que decidió quitarse los pies. No los encontraba. Recordó. Al cabo de un rato los vio venir a lo lejos.
MENDIGO. Aquel mendigo se había vuelto tan sibarita que pedía limosna con la voz en off.
ÓRBITA. Dio tres vueltas completas alrededor del mundo contando los pasos. No coincidían. La cuarta vez lo quiso hacer al revés para cotejar los resultados, pero sus zapatos dieron marcha atrás.
PARADOJA. Cuando se escribe un relato, el parecido de la ficción con la realidad no siempre es inevitable.
PRECAUCIÓN. Puso un limpiaparabrisas en la luneta trasera del coche por si llovía al regresar.
PRONUNCIAMIENTO. Yo soy el culo del rey, dijo un trono con mucha personalidad.
PROVOCACIÓN. Una gacela en celo besaba en la boca a un manantial que se estremecía de gusto.
RECORTE. Como no cabía por la puerta de la casa recién comprada, tuvo que amputarse las dos piernas antes de firmar la escritura notarial.
RELOJ. El reloj del Ayuntamiento adelantaba cada día 2 minutos porque se trataba de una corporación progresista. El del alcalde adelantaba 3 para resaltar su autoridad.
SEMÁFOROS. En el kilómetro 430 de la autopista, en medio del páramo, sin que hubiera una población cercana y sin que estuviera anunciada salida, derivación, desdoblamiento o desvío alguno, había un semáforo. En el kilómetro 431 existía otro y en el 432 un tercero. Alguien los había dejado tirados en la cuneta.
TIJERA. Enloqueció el rosal al encontrarse de frente con los ojos de la tijera.
VELOCIDAD. Un suicida demasiado lento está condenado a fallecer de muerte natural, pero un suicida demasiado rápido puede llegar al cementerio antes que su féretro.
ZIG-ZAG. Un taxista taurófilo escuchó un olé y lo celebró con un volantazo en zig-zag al cruzar por delante de la plaza.
El segundo libro, de gran ambición y aliento provocador se titula Iberterra, publicado por la editorial Ònix. El nacimiento de una nación y juega con la profecía en 1952 de un visionario llamado Alexandre Deulofeu, por la que Cataluña alcanzará su independencia en 2029. Ante lo cual, varios amigos de La Rioja, Navarra y Aragón deciden impulsar la fusión de esos territorios en un nuevo Estado. Se proponen analizar la situación política española y afirmar su personalidad y su presencia en el mapa político de la península. Entre muchos datos históricos, culturales, económicos, gastronómicos, filológicos, religiosos, sociales y el reflejo de la actualidad circundante, se debate un tema deliberadamente inquietante, que hará pensar mucho, además de divertir a sus lectores.