15/03/2010

¿Cómo hacer una eficaz reforma M.I.R.?

El ministerio de Sanidad, admite que su capacidad máxima de plazas de formación M.I.R. a ofertar es de 7.000 por año. Este es, pues, el número mágico que limita la producción anual, de todo tipo de médico operativo para el sistema sanitario.

Teniendo en cuenta que es preciso aportar profesionales médicos a la atención sanitaria, adecuados a una razonable demanda, podría estar fuera de lugar la actual rebatiña para que, cualquier faceta profesional, se convierta en especialidad médica. Tampoco se ve la necesidad de generar dos años previos de troncalidad, como paso obligado a una posterior superespecialización de… ¿tres años? Y lo que parece seguro es que, eso, no es la panacea que resuelva el problema estructural que padecemos.

¿No sería mejor reestructurar la formación pregraduada, en manera más práctica y menos teorizante, para cumplir con la directriz europea de 2005 de formar un médico generalista en 6 años de carrera?

Un estudiante que obtuviese el título de médico, cuando menos con un año o más, si ello es posible, de rodaje en inmersión profesional, dentro del sistema sanitario, tendría un punto de partida profesional, a años luz del que hoy tiene, cuando sale de una Facultad de Medicina.

Obtenido este tipo de médico; ¿No sería mejor reducir  la formación M.I.R. a los 2 o 3 años necesarios para que una persona, que ya tiene formación práctica, suficiente para estar en el mercado profesional, adquiera las habilidades clínicas de una especialidad, de las ya reconocidas por toda la Unión Europea?

Cumplidas estas premisas:

 ¿No sería mejor replanificar las plazas ofertadas M.I.R. según las autenticas necesidades del sistema sanitario nacional y de su distribución geográfica?

¿No generaría, este procedimiento, un considerable ahorro económico en el gasto, subvencionado enteramente por el Estado, de formación de un médico?

¿No sería mejor tratar de incentivar positivamente, en toda la amplitud necesaria, el desempeño de plazas de médico en lugares  “poco favorecidos o distantes”?

Acortar el tiempo necesario, para colocar en el mercado profesional a un médico competente en 8 o máximo 9 años, supone incrementar en 21.000 profesionales el relevo generacional. Si somos capaces de actuar con celeridad y planificar ya una reforma del M.I.R.de este tipo, la aportación de médicos al sistema podría triplicarse a partir del  2019. Justo para parar el”golpe” que se espera entre el 2020 y el 2030, en que se calcula que por la pirámide de edad de los profesionales,  se jubilaran unos 60.000 médicos.

Actuar con lógica, calculando que especialidades y cuantos especialistas hay que formar, empleando el tiempo necesario pero no excesivo para una eficaz capacitación. Sujetar, mediante los oportunos incentivos y  dar seguridad en el empleo a estos nuevos médicos… ¿No sería la solución de nuestros problemas? ¿No disiparía las, a veces imaginarias, nubes de tormenta que planean sobre un futuro catastrófico sanitario? Al menos,  tal y cómo nos lo pintan algunos gestores sanitarios que sueñan con pescar, en el futuro, en una gran bolsa de paro médico

 Piensen en ello, ya que, al parecer, quienes debieran no lo hacen.