Leonida Bissolati en el socialismo italiano
Leonida Bissolati (1857-1920) fue uno de los padres del socialismo italiano, y protagonista de la intensa vida política italiana del cambio del siglo XIX al XX. Intentaremos ofrecer algunas claves sobre su trayectoria política.
Bissolati nació de la compleja relación entre una enfermera y un sacerdote. Su compromiso político nació siendo estudiante en la Universidad de Bolonia, donde se licenció en Derecho. Regresando a su ciudad, comenzó a trabajar de abogado. En 1876, en la ya nueva Italia, fue elegido como concejal en el Ayuntamiento dentro de las filas políticas del radicalismo, pero fue vinculándose progresivamente hacia el socialismo. En el consistorio se dedicó a cuestiones de educación.
El camino hacia el socialismo de Bissolati puede vincularse con su protagonismo en las protestas campesinas entre 1889 y 1895. En 1889 fundó “El Eco del Pueblo”, que con el tiempo sería el órgano oficial del Partido Socialista en Cremona. Tradujo al italiano parte del Manifiesto Comunista. Su particular dedicación al periodismo y al socialismo, ya fundado el Partido en 1892 en Génova, le llevaron a dirigir “Avanti!”, el órgano oficial del socialismo italiano. Al frente del periódico estuvo en dos etapas.
En 1897 entró en el parlamento italiano. En la Cámara se destacó con la denominada “Moción Bissolati”, contra la enseñanza de la religión católica en la escuela elemental, que se presentó en 1907 y que comenzó a discutirse en febrero de 1908.
Bissolati entró en colisión con el Partido a raíz de su negativa a oponerse a la guerra que Italia había emprendido contra los turcos en Libia. Ya en 1909 habían apoyado la idea de que había que votar a favor del aumento de los gastos militares propuesto por el gobierno. En 1911, los italianos decidieron actuar. En el mes de septiembre se publicó un “estado de quejas” contra Turquía, dueña del territorio y se declaró la guerra, a pesar de que el sultán estaba dispuesto a negociar. En noviembre se proclamó la soberanía italiana sobre la Tripolitana y la Cirenaica. Pero Italia se animó a seguir expandiéndose a costa del enfermo y decadente Imperio turco. Pues bien, al final Bissolati renunció a su acta de diputado, y al poco tiempo, sería expulsado del Partido Socialista. En este conflicto había más trasfondo ideológico. Bissolati y Bonomini eran partidarios de transformar el Partido Socialista en una especie de formación laborista, y que se colaborara con Giolitti. Bissolati fue uno de los protagonistas del grupo de los expulsados del PSI, junto con Matteotti, Bonomi y Ruini, por apoyar al gobierno de Giolitti, y que decidieron fundar en 1912 el Partido Socialista Reformista.
Coherente con lo que había defendido en el conflicto en Libia, nuestro protagonista apoyó la entrada de Italia en la Gran Guerra al lado de la Triple Entente (Francia, Gran Bretaña y Rusia), aunque se quedó solo en esta defensa dentro de su nueva formación política. Participaría en la guerra. Al terminar colaboró con los gobiernos de la posguerra, y se destacó por su firme defensa de las ideas y política del presidente norteamericano Wilson y de la Sociedad de Naciones. Por esta posición favorable a la libre determinación de los pueblos y de las fronteras diseñadas Bissolati encontró, en ese momento, una fuerte oposición de las fuerzas nacionalistas e irredentistas italianas. Se encontraba, pues, en una difícil situación, entre la izquierda y la derecha. Por esta razón abandonó el gobierno y la política en 1918. Murió dos años después.
Bissolati escribió Diario di Guerra. I taccuini del soldato-ministro. 1915-1918. Existe una edición actual de 2014.