08/11/2017

Labordeta en el II Congreso

En este otoño por tantas razones conflictivo, la vendimia literaria ha comenzado con un Congreso homenaje a nuestro gran amigo José Antonio Labordeta, que anunciamos hace días, y ha transcurrido abarrotado de amigos y emociones. Ofrecemos enlace con lo que dijeron la web de la Asociación de Periodistas y el blog de Antón Castro:

http://www.aparagon.org/otrasnoticias/el-ii-congreso-labordeta-habla-de-como-como-se-vivio-en-los-medios-de-comunicacion-la-transicion/

http://www.aparagon.org/otrasnoticias/el-ii-congreso-jose-antonio-labordeta-destaca-que-aragon-no-hubiera-sido-el-mismo-sin-andalan-y-el-dia/

http://antoncastro.blogia.com/

 

Foto de Javier Castejón, en el blog de A. Castro

 

No se puede relatar mejor, y lo agradecemos mucho, especialmente las tan cariñosas menciones al Andalán de papel y quienes lo hicimos. Además, recogemos con gusto un texto de quien fuera compañero y amigo suyo, escrito en el sétimo aniversario de su muerte:

 

Recordando a J.A. Labordeta

Santiago Sancho Vallestín

 

El pasado sábado se cumplían siete años del fallecimiento de José Antonio Labordeta: profesor, cantautor, político… y admirado por los aragoneses, quienes en el parque de la ciudad que lleva su nombre, le rindieron un emotivo homenaje recordando algunas de sus canciones. Pero, tal vez, sean pocos los zaragozanos que conozcan la primera vez que cantó en su ciudad natal. Y lo hizo en una aula de la antigua Facultad de Medicina, hoy Paraninfo, en donde con su guitarra y su voz ronca deleitó a los pocas personas que allí estábamos. Labordeta, profesor en un instituto de Teruel, había recorrido los pueblos y masías de la serranía turolense en donde el progreso se desconocía. Esa visión le inspiró unas sentidas canciones que a todos nos emocionaron:  «¡Esas arcillas viejas, esas arcillas pobres, solo crían miseria, solo producen hambre; solo quedan los viejos y los barrancos, como esqueletos rotos contra la tarde» Nos cantó otra canción dedicada a los leñeros que desde la montaña «bajan leña, bajan fuego, bajan hambre y soledad.

Oyéndole cantar estuvo José María Zaldívar, conocido como «El Vigía de la Torre nueva» quien todos los medios días, a la hora del Ángelus, glosaba algún hecho de la ciudad además de anunciar qué manto lucía la Virgen en el Pilar. Pues este zaragozano dedicó el día siguiente a comentar las canciones que había cantado Labordeta, descalificándole por contar las miserias  de las gentes honradas de los masoveros y los leñeros. Todas estas canciones se recopilaron en el libro «Cantar y Callar», editado por Ediciones Javalambre, acompañado  con un disco en donde también se grabó el irónico tema de «Requien por un burguesito», en donde criticaba al pequeño burgués que no comprende que es un humilde servidor del «director de la empresa brutal que siempre tiene derecho a hacerte vivir mal». Sirvan estas líneas como recuerdo y mi pequeño homenaje al amigo con  el que compartí días de estudio en el colegio Santo Tomás de Aquino dirigido por su padre.