Urbanismo zaragozano (1936-1957)
Ramón Betrán Abadía, arquitecto municipal, ha publicado el libro “Una y grande. Ciudad y ordenación urbana en Zaragoza (1936-1957)”, (Institución Fernando el Católico, 2017, 370 páginas). Con esa entrega continúa anteriores trabajos en que ha ido estudiando diversos aspectos de la evolución del urbanismo contemporáneo de la ciudad de Zaragoza.
El libro reviste especial interés, tanto por el tema y la época que analiza como por el tratamiento que da a la materia estudiada, relacionando la evolución del planeamiento y desarrollo urbano zaragozano con la situación social y política en que se produce, tanto nacional como municipal. El período que se analiza comienza el 19 de julio de 1936 y termina con la aprobación inicial del primer plan general completo que tuvo la ciudad, redactado por José Yarza García en 1957.
En ese período, la ideología dominante, junto con el crecimiento demográfico de Zaragoza, la efervescencia del mercado inmobiliario por la acumulación de capital tras la guerra, y la aparición de la propiedad horizontal e iniciativas de polígonos o bloques de viviendas baratas o de renta reducida, contribuyen a enmarcar la evolución del urbanismo zaragozano.
En los distintos capítulos del libro se estudia, entre otros temas, la situación del Ayuntamiento y su Dirección de Arquitectura, tras el cambio político; el proyecto de la Plaza de las Catedrales, sus motivaciones y los diversos planteamientos del conjunto resultante, como gran escenario para actos de carácter popular o religioso con presencia de grandes multitudes; actuaciones de reforma interior, como la apertura de la calle de San Vicente de Paúl, el proyecto de la Avenida de César Augusto o la fallida prolongación del Paseo de la Independencia hasta la Plaza de las Catedrales; así como los intentos de ordenación general de la ciudad, con sus anteproyectos y ordenanzas.
Ramón Betrán describe todos estos proyectos y actuaciones y los debates y decisiones a que dieron lugar, tras haber efectuado una detenida labor de investigación en los antecedentes documentales de los mismos. Y completa esa descripción situándolos en el contexto político y social en que tenían lugar, con certeras observaciones y comentarios. Es por ello que se trata de una obra muy interesante y esclarecedora para todos aquellos que quieran conocer mejor cómo ha llegado a nuestros días la ciudad de Zaragoza.