Cataluña en llamas. España llena de ansiedades.
Reproducimos el mensaje de respuesta que Eloy Fernández da a la profesora Donatella Pini, de la Universidad de Padua, reconocida hispanista experta en R.J. Sender, que pregunta por la situación española, tan confusa, tras el encarcelamiento de Oriol Junqueras y otros consellers catalanes. Ofrecemos textualmente el contenido, que presenta las habituales libertad y confianza de los cruzados entre colegas; nos autoriza a ello.
- Sigo pensando que los que han dirigido el proceso independentista son una banda de mafiosos, mentirosos, que huyen de la justicia penal normal por los robos enormes de los Pujol, el Palau, el 3%, etc. Y que han llevado desde el principio todo mal, al margen de las leyes vigentes. Si fueran otros, con una mayoría muy grande que no tienen, y con pasos sensatos, que se independicen y allá ellos, que fuera de Europa, como se decía de la Iglesia católica antiguamente, «no hay salvación».
- A la vez, creo que Rajoy es un personaje increíblemente estúpido, jefe de un grupo eminentemente corrupto, que han robado cientos de millones y que gobierna mal. El tema catalán lo ha llevado muy mal, o mejor: no lo ha llevado, confiando que se desinflara solo. Y no sólo él, en general se ha dejado pudrir sin atajar los avances demagógicos. Los catalanes no buscan sólo el dinero, que desde luego sí, sino también un respeto, afecto, trato cordial. Que no han tenido, en general.
- La juez Lamela, impulsada por el fiscal general, que es otro impresentable, justifica la prisión de Oriol Junqueras (católico y melífluo, cínico y mentiroso con su aire de ciego bondadoso) y el resto de consellers por la fuga de Puigdemont y cuatro consellers. No sólo ha indignado a los independentistas, sino a toda la izquierda, incluidos por una vez los cautelosos socialistas, e incluso al propio PP, que ve convertirse las elecciones del 21 de diciembre en un plebiscito, que quizá ganen igual o más que antes y se vuelva a empezar.
- En fin, desolación, indignación. Unos hacen el payaso de circo, y otros siguen fiándolo todo a los jueces, la policía. Yo creo que era Goethe quien dijo: «Es peor que un crimen, es un gran error».