02/03/2020

Francis de Pressensé entre el laicismo y el socialismo

El 19 de enero de 1914 moría en París el político y periodista francés Francis de Pressensé. Estamos hablando de un personaje de la Tercera República, activo en la diplomacia, y sobre todo en el periodismo en distintas publicaciones, destacando Le Temps y en Revue de Deux Mondes. Pressensé fue uno de los más destacados defensores de Dreyfus y Picquart en el asunto que dividió a Francia al terminar el siglo XIX, para luego involucrarse en el socialismo, como diputado en 1902 por el Ródano, además de comprometerse en la separación entre la Iglesia y el Estado, y en la defensa de los derechos humanos.

Al fallecer, los socialistas españoles le dedicaron un sencillo homenaje en las páginas de El Socialista, y La Liga española de los Derechos del Hombre le brindó un mayor tributo en el Círculo Federal de Madrid.

Pressensé René Dubreuil, L’Affaire Dreyfus devant la cour de cassation, édition populaire illustrée, Paris, Stock, 1899.

Los socialistas destacaron su compromiso en el affaire Dreyfus, enfrentándose a lo que denominaban el “chauvinisme hidrófobo” y el “patrioterismo salvaje”. Para obrar de forma independiente dejó Le Temps y pasó a L’Aurore. También defendería al teniente coronel Picquard, luego ministro de la Guerra, y al que se le envolvió en los ataques a Dreyfus por haber descubierto la verdad del asunto. El periódico obrero aludía a que, en la hora de su muerte, era presidente de la Liga de los Derechos del Hombre. El Socialista repasó su vida diplomática y política, resaltando su conocimiento de los asuntos internacionales, y deteniéndose en su colaboración en el periódico socialista L’Humanité.

La Liga española para la Defensa de los Derechos del Hombre y del Ciudadano organizó una velada el domingo 8 de febrero en el Círculo Federal para honrar la memoria de Pressensé. La Liga española, versión de la francesa, se había formado hacía muy poco tiempo, en noviembre del año anterior, con el fin de extender el respeto de los derechos humanos, para luego ser refundada en 1922 con el nombre de Liga Española de los Derechos del Hombre, y volver a ponerse en marcha con la llegada de la democracia. El acto se centró mucho en una doble dimensión del homenajeado: el laicismo y su lucha por la justicia en el asunto de Dreyfus.

El acto fue presidido por Pedro Niembro, que excusó la presencia del doctor Simarro por encontrarse enfermo. La intervención de Niembro fue para hablar de la Liga y animar a que se afiliasen los asistentes.

Manuel del Pino también habló de la Liga que presidía Simarro, y sobre su cometido frente a los abusos que se cometían en materia de derechos por parte de autoridades, instituciones y clases sociales. La Liga tenía presente el ejemplo de Pressensé, que había sido el impulsor y el alma de la Liga pionera francesa, consiguiendo que se extendiera por distintos países europeos.

Juan Rubaudomadeu, amigo del homenajeado, por su parte, se centró en el asunto Dreyfus y en Picquart. Asunto que también trató Sánchez Ocaña, así como la vocación en favor de los perseguidos del político francés, y su vinculación última con el socialismo. Eduardo Barriobero planteó las conversaciones que había tenido con Pressensé sobre España. El francés le había comentado la necesidad de que España hiciera una revolución para llegar a una federación de Repúblicas para la defensa de la paz. Además, aludió al esfuerzo de denuncia que el francés había hecho del horror que se padecía en las cárceles rusas. En este sentido, debemos recordar que El Socialista publicó, por partes, este escrito.

También fue invitado a hablar Andrés Ovejero haciendo comparaciones entre los grandes republicanos españoles como Pi i Margall y Simarro con el homenajeado. Sobre Simarro se demoró al aludir a su idea sobre el internacionalismo cultural como una nueva fuerza, un nuevo poder sobre el Estado para poner en contacto aquellos que conseguirían la federación latina y luego la unión de todos los hombres. La idea del internacionalismo debía gustar a un personaje que unos pocos meses después ingresaría en la Agrupación Socialista Madrileña, después de haber militado en el radicalismo.

El acto contó con la adhesión de las Ligas de los Derechos Humanos de Francia, Italia, Suiza y Bélgica, de la Sociedad de Librepensamiento, el Gran Oriente Español, el Círculo Federal, varios Centros republicanos y El Socialista.

Hemos consultado los números 1704 y 1722 de El Socialista.