Enrique Larroy: Sinfonía de líneas, formas y contrastes
La reincidencia, se define como reiteración de una misma culpa o defecto. Reincidente, es el título de la última exposición, del artista zaragozano Enrique Larroy, que tras el confinamiento por el covid.19, podrá volver a verse en fechas próximas en el Paraninfo de la Universidad de Zaragoza. Esta exposición, despliega nueve series recientes, varias de ellas prolongación o complemento de comienzos anteriores, y otras con génesis nueva.
A modo de introducción, sobre la trayectoria artística de Larroy, podríamos comenzar diciendo que lleva, más o menos, cinco décadas dedicado por entero a la pintura, y lo hace de una forma exuberante y osada. Su primera exposición individual data de 1973 y la tituló, 56 kilos de mercancías, que era el peso exacto de los cuadros y materiales que la integraban. En torno a los años 93 y 94, becado en la Casa Velázquez, en Madrid, y a continuación con una beca en la Academia de España en Roma, vemos a un Larroy que ha ido recobrando en su obra el color. Hacia los años 2000, Larroy lleva a cabo una serie de pinturas expandidas que ha seguido practicando hasta hoy, en las que demuestra una destreza, o mejor, una maestría que se da en muy pocos pintores.
La base del trabajo del artista se encuentra entre lo premeditado y lo azaroso, siguiendo esa línea de fuerza que tiene que ver con ausencia de jerarquía en sus cuadros y que no se refiere tanto a qué dice el cuadro sino a cómo, y donde. La pintura de Larroy parte de un imaginario no preestablecido, y que por tanto no está sujeto a una lógica, a partir del cual trabaja, culminando en una relación entre ambos elementos que se beneficia de la inexistencia de una obligación de respetar una secuencia lógica de las formas. La narrativa de Larroy podría resumirse en una especie de juego, en el que huyera tanto quién manda como quién obedece, y por tanto, la relación entre equilibrio y desequilibrio fuera primordial.
Color, volumen, realidad, apariencia, plenitud y relieve
La exposición como tal no presenta un recorrido marcado. El montaje de todas las obras está planteado para que se cree una interrelación entre ellas. En la sala Goya coloca Horizontes basura, primera serie que el visitante encuentre al iniciar la visita. Este conjunto pudo ser visto de manera parcial en la galería A de Arte. Son obras en papel, que ocupan un muro de algo más de 22 metros, donde las pinturas sobre papel se combinan y superponen a un gran zócalo pintado en colores lisos de tonos pastel sobre muro. Para esta exposición del Paraninfo, se ha incluido una ampliación a treinta y cuatro piezas del conjunto. En la sala Saura, tras Pantalla Mikado, nos topamos con Chapa y Lunares (2014-2019). Se trata de una pieza, compuesta por cuatro segmentos de colores, alineados de manera vertical. La geometría y los contrastes en los acabados, provocan cierta desestabilidad pictórica, de la que emerge un orden propio, que no es perceptible hasta que el visitante no se aproxima a la obra.
Pero sin duda la pieza que más llama la atención, es el políptico titulado Insistentemente mareados. 07. Una instalación de pintura, cuyo origen se remonta a 2003. Su despliegue actual hay que buscarlo en las exposiciones del Museo de Teruel y en la de la Lonja. Empezó siendo un tríptico, con vocación de crecimiento, en la Sala Luzán de Zaragoza. Para su instalación en esta exposición del Paraninfo se han añadido tres piezas nuevas a las 16 existentes. Diecinueve piezas en total, integran este mural que ahora se dobla en ángulo recto para ocupar paredes contiguas, usando trucos ópticos, que dan la sensación de estar inmersos en una pesadilla visual. Un nuevo espacio imaginario que por sus dimensiones y envolvimiento parece real.
Formas que se deslizan por apabullantes planos de color recortados y sugerentes títulos que aportan no una explicación sino una dimensión más y que responden a una voluntad de su autor por divagar a partir de una relación física entre las formas que no tienen obligaciones con la lógica.
Enrique Larroy. Reincidente. Paraninfo Universidad de Zaragoza