Un grave despropósito
No solemos entrar al trapo diario de la vida política. Pero hay asuntos que lo exigen por si hay alguna duda. Suscribimos la opinión del gran historiador Ángel Viñas recogida por Manuel Morales, en una crónica en El País del 4 de octubre: “Lo que ha ocurrido en Madrid no tiene sentido, ni base histórica, es improcedente por una razón: es rotundamente falso”, ante la propuesta, bien acogida por el alcalde popular, de retirar placas, calles y estatuas de los dirigentes socialistas Francisco Largo Caballero e Indalecio Prieto. El concejal de Vox Javier Ortega Smith los calificó de “personajes siniestros”, “criminales” y “antidemócratas”. Es un grave despropósito, que demuestra hasta dónde está llegando la táctica ultra de mentir, atacar, insultar, como única arma, solo argumento. En el que, con parecido descaro, suelen secundarle el PP y Ciudadanos.
No se nos ocurre mejor desagravio histórico hacia los que fueron dignos ministros de la II República, que recordarles aquí con las magníficas esculturas que realizara en su homenaje nuestro tan recordado Pablo Serrano.