Visión contemplativa de las costas zaragozanas
La nuestra es la visión contemplativa, sorprendente y aún no totalmente destrozada, de un litoral de más de 400 kilómetros lineales de costas de cauce público fluvial, tesoro que bordea nuestra hermosa ciudad con nuestros puertos (históricos y actuales), nuestros sotos y playas, embarcaderos… y todo el parque -casi natural- de agua dulce, que baña y embellece a todo el municipio zaragozano.
Nuestro dominio público es el bien más preciado que puede concebirse como sueño de una metrópoli inter-monegrina. Este bien tan secreto, tan confundido y tan sin deslindar, se ha mantenido oculto a la visión abierta de los zaragozanos; casi nunca se pone de manifiesto, ni es objeto de cómputo transparente por parte de ingenieros o gobernantes, y mucho menos todavía de trajinantes de suelo y constructores que esperan se declaren urbanizables unas largas tajadas en la primera línea de ríos, o sean demarcados para conceder explotaciones de gravas y otros áridos, removiendo los fondos naturales del cauce y concediendo negocios disparatados, como el flete y embarque de navíos que no pueden pasar.
Algunos promotores ya se han hecho con acopios y reservas de fincas sobre dominio público o han alterado límites “costeros” con expedientes de dominio. Era una práctica común que se atendía complacientemente por viejos organismos y comisarías hidráulicas.
Pero los ciudadanos, que se bañaban en los ríos y merendaban en las arboledas, empiezan a sentirse disconformes, e incluso víctimas, de la paciente estafa que arrebata sus paisajes y arboledas con intereses público-privados, o los expropia con la ley en la mano. En el pasado año de la Expo, incluso soportaron los vecinos que les mandasen una brigada de Geos o policías bien pertrechados de armas, a la ribera inmediata al Centro de Natación Helios, con el fin de impedir y prohibir el baño a un amplio grupo de deportistas, ecologistas y nadadores, que solo pretendían bañarse placidamente en un lugar sin peligro alguno: la ribera donde se solazaban nuestros padres, en los terrenos colindantes al referido club naturalista, en esos días calurosos de agosto que se alargaban entre la primavera y el otoño
El autor de estas líneas, antiguo nadador de ríos, pozas, mares y otras aguas… como poseedor de los modestos premios vecinales de de una “Dragona Iberia” (símbolo de los almadieros que descendieron desde su nacimiento cántabro hasta el mar) y otro de COAGRET (asociación, ésta sí, muy legal y debidamente inscrita en el Registro Nacional, para la defensa contra los grandes embalses y trasvases), así como algunas medallas herrumbrosas y copas de hojalata tenidas en gran aprecio como campeón aragonés de natación (hace ya unos sesenta años)… ha sido designado por varios colectivos de paisanos amantes de los cursos naturales, como “mensajero de los ríos”, encomienda que me hace muy feliz. Y en virtud de tan gratos merecimientos…
…Me permito agradecer a nuestro Alcalde-amigo, D. Juan Alberto Belloc, sus anunciadas actuaciones en pro de nuestros Sotos de Ranillas, Cantalobos y algunos otros ya invadidos de la desembocaduda del Gallego y el curso de La Huerva, rogándole un estudio de recuperación, limpieza y restauración de las zonas de baños, con pozas y badinas reconocibles, para evitar algunas advertencias como la de “aguas contaminadas prohibido bañarse” u otras similares, y para recuperar los usos (ya ancestrales) de nuestros litorales y playas de agua dulce, y hacerlos asequibles para el solaz y placentero disfrute de todos los ciudadanos y para que podamos recobrar el amor por los ríos en el bimilenario de la historia de la urbe, recientemente inaugurado.
OTROSÍ: Y vuelvo, como “mensajero”, a recordar que, junto a nuestros 400 o más, kilómetros lineales de cauce, existe un amplío dominio público de costa o litoral ( todos ellos dentro del Término Municipal de nuestra Muy Ilustre y otras cosas…Ciudad de Zaragoza) que esperamos sea objeto de contrastados estudios, para darle unos usos que favorezcan su ambiente natural y el reconocimiento de todos los ciudadanos.
ZARAGOZA, INTER-EXPOS, ENERO DEL 2010.