Nacido en Huesca el 4 de enero de 1932, el mismo día que el director de cine Carlos Saura, fue la suya una personalidad polifacética y brillante en todos los campos que abarcó. Huérfano de madre desde su nacimiento, pasó su infancia en Castejón de Monegros con su familia paterna, volviendo a Huesca para estudiar en el Seminario Conciliar y ordenarse sacerdote. Fue coadjutor en Sariñena y en Almudévar, y se licenció en Teología por la Universidad Pontificia de Comillas, siempre vinculado a la música, el periodismo y la literatura.

Como músico estudió solfeo y piano con Gregorio Garcés, maestro de capilla de la catedral de Huesca; en el Conservatorio Oficial de Zaragoza, con premio extraordinario en Armonía; composición con el maestro Luis Urteaga. Y canto gregoriano en el Instituto Gregoriano de París, alumno de los maestros Auguste Le Guennant y Henri Potiron. También cultivó con pasión la música de órgano, que estudió en el Conservatorio de San Sebastián con el maestro Tomás Garbizu, y en el Conservatorio de Música del Liceo de Barcelona.

Organista por oposición de la Basílica de San Lorenzo de Huesca, pasó a La Seo de Zaragoza y durante sus estudios en Madrid lo fue también de la Fundación Pablo VI. Dio numerosos conciertos y publicó sobre temas musicales “Juan Sebastián Bach, maestro de órgano”, “Manuel de Falla, un místico de la música” y “Músicos ciegos”.

En 1971 se licenció en Periodismo en la U. Autónoma de Madrid, como número uno de su promoción con una tesina titulada Sender y Huesca. Entre sus profesores, Nicolás González Ruiz y José Montero Alonso, quien fuera miembro del jurado que otorgó a Sender el Premio Nacional de Literatura en 1935. Muchos años subdirector del programa Protagonistas que dirigía Luis del Olmo en Radio Miramar de Barcelona, trabajó así mismo en el periódico zaragozano Aragón Exprés, que dirigía Eduardo Fuembuena. Su gran amistad personal con los periodistas y escritores de Andalán, le llevó a publicar algo y sobre todo a verse, telefonear, escribirse con muchos de ellos.

Conferenciante y autor de un ingente número de artículos periodísticos, participó en los diversos congresos sobre Ramón J. Sender celebrados en España, Inglaterra y Estados Unidos. Del autor de Chalamera editó Primeros escritos (1916-1924), publicado por el IEA en 1993 con un documentadísimo prólogo. En el aniversario del nacimiento de Sender en 2001, editó la obra teatral La llave (perdida desde 1936 y que él encontró en el Archivo General de Alcalá de Henares), con una introducción sobre el teatro en la Guerra Civil. Por último, su monumental Ramón J. Sender: biografía, publicada en 2002 con 2250 notas, indicativas de tras casi treinta años de consultas y documentación, para lo que visitó los lugares en que había vivido el escritor, incluidos Albuquerque, Los Ángeles, San Diego o Moscú.

Académico del Instituto de Estudios Sijenenses y socio de honor del Centro Aragonés de Barcelona, estuvo siempre vinculado a Huesca y a su cultura. Fue miembro destacado del Instituto de Estudios Altoaragoneses y, según la revista local 4Esquinas, uno de los cien oscenses ilustres del siglo XX. Sender le dedicó en 1974 la primera edición española del Réquiem por un campesino español, tras el encuentro que mantuvieron en la Ciudad Condal durante la primera visita del escritor a España desde la Guerra Civil.

Falleció en Barcelona el 13 de noviembre de 2018, a los 86 años de edad. Tras un solemne funeral en la catedral de Huesca presidido por el obispo Ruiz Martorell, fue enterrado en el cementerio de la capital altoaragonesa.

Luis Gómez Caldú