Una carta a las Peñas del Zaragoza
Lo del Real Zaragoza sigue que arde. No parece que se hayan resuelto muchas cosas con la dimisión de Eduardo Bandrés y su grupo de consejeros. El ya ex consejero José Luis Melero Rivas ha tenido el detalle de escribir una carta a las peñas despidiéndose, y nos parece que vale la pena reproducirla y abrir de ese modo un debate que podría ser aclarador. A ver cuántas y cuántos se animan.
Carta a todas las Peñas del Real Zaragoza
Aparecida en la página web de la Federación de Peñas del Real Zaragoza
http://www.fprealzaragoza.com/?ver=noticia&n_id=60
José Luis Melero se despide de todos nosotros.
Queridos amigos peñistas:
Quiero con estas líneas despedirme de todos vosotros, mandaros un fuerte abrazo y agradeceros el cariño con el que me habéis tratado durante estos últimos tres años y medio.
Como sabéis el pasado día 30 de diciembre presenté mi dimisión como Consejero del Real Zaragoza. Me siento orgulloso de haber trabajado junto a vosotros, de haberme entregado en cuerpo y alma a escuchar la voz de los aficionados y de haber sido vuestro Consejero de Peñas. Recibí el testigo de un gran Consejero de Peñas, Jorge Horno, que también quiso y supo estar junto a vosotros cada vez que reclamasteis su presencia. Yo he seguido el camino por él iniciado y he apostado por hacer del zaragocismo un sentimiento que a todos nos uniera y en el que todos pudiéramos reconocernos como practicantes de una misma devoción: el amor al Zaragoza, a nuestra historia y a nuestros colores. He intentado transmitiros en todas mis intervenciones que el Zaragoza debía ser el equipo de todos los aragoneses y que ser zaragocista es una actitud ante la vida y una forma de estar en el mundo: preferir a los humildes y a los de casa frente a los poderosos y a los de fuera, preferir a los que no ganan siempre frente a los que lo hacen con frecuencia, comprometerse con la defensa de la historia y la tradición de nuestro equipo y no escuchar los cantos de sirena que sólo nos hablan a todas horas -machacona y casi obscenamente- del Madrid o del Barcelona.
Trabajé codo con codo con la junta directiva de la Federación de Peñas que presidió Arnaldo Félix García y lo he hecho con la misma ilusión con la que ahora dirige Manuel Ceamanos. En ellos y en todos sus colaboradores encontré siempre la máxima colaboración y el mayor interés en servir a nuestro equipo con total entrega y generosidad. Sólo tengo palabras de agradecimiento para todos, porque sé muy bien que nada les ha guiado sino el amor abnegado y sin fisuras por nuestro equipo.
Os pido que apoyéis siempre al Zaragoza, que estéis en todo momento a su lado y que penséis que por encima de los directivos, de los jugadores y de los técnicos está la historia gloriosa de nuestro equipo. Y con ella no se puede ni se debe frivolizar. Desde el día que sacamos nuestro primer abono todos formamos parte de la gran familia zaragocista. Y todos debemos esforzarnos por ser una familia ejemplar, por huir de enfrentamientos fratricidas y por perdonarnos los posibles errores que unos u otros podamos cometer.
No dejo el Zaragoza. Dejo sólo mi puesto de Consejero. Con enorme agradecimiento a quien me nombró y me permitió vivir esta aventura apasionante: Agapito Iglesias. Y me vuelvo a la grada con vosotros. Allí estaré desde ahora, como hice siempre, animando al único equipo de mi vida, al único que me ha importado, al mejor equipo del mundo: el Real Zaragoza. Y sé que sabéis que me tendréis a vuestro lado siempre que me necesitéis.
Un gran abrazo a todos. Viva siempre el Zaragoza.
José Luis Melero.