Desde la perplejidad
Corría el año 1986 cuando un compañero, en el aeropuerto de Sevilla, le preguntó al entonces Vicepresidente 1.º del Gobierno Sr. Alfonso Guerra: “Para cuando el reconocimiento de los derechos de los…. (colectivo de trabajadores que ahora no viene al caso); a lo que el Vicepresidente contestó: “¡Para cuando se los ganen!”.
Ahí está el quid de la cuestión; los derechos hay que ganárselos y una vez alcanzados, estar siempre vigilantes para defenderlos con uñas y dientes pues una vez conquistados son muy fáciles de perder.
¡LOS DERECHOS NUNCA SON GRACIOSAMENTE CONCEDIDOS, HAY QUE CONQUISTARLOS Y UNA VEZ ALCANZADOS DEFENDERLOS DE FORMA PERMANENTE!
Eso es lo que nos ha faltado a los españolitos, conquistar nuestros derechos y decisión para defenderlos, de ahí estos lodos: paro, reducción de salarios, congelación de pensiones, abaratamiento del despido, subvención estatal de una parte de dicha indemnización, rebaja de la inversión pública, reducción de prestaciones sociales, ampliación de las causas objetivas para el despido…
Y como ante todo esto, no hemos sido capaces de defender nuestros derechos, de movilizarnos, de sumarnos a la huelga (como por ejemplo la del pasado día 8 de junio y mira que advertimos de la importancia de la misma) y tampoco sé si seremos capaces de movilizarnos en la siguiente, pues seguidamente tendremos lo que viene:
A mitad de julio nos meterán la ampliación de la edad de jubilación (proyecto que está esperando en el Congreso de los Diputados, pues no ha sido retirado por el Gobierno, contra la creencia de los ciudadanos); la reforma de la seguridad Social, entre otras cosas ampliando los años que se utilizan para el cálculo de la pensión lo que supondrá una rebaja de las mismas en torno al 20%; llegará la reforma de la Sanidad hasta ahora Pública, haciéndonos pagar una cantidad cada vez que vayamos a consulta y anulando la gratuidad de los medicamentos para los pensionistas (el derecho a la asistencia sanitaria dejará de ser universal); seguro que también asistiremos al recorte de prestaciones sociales (desempleo, subsidios, etc.); y no sé si quizás veamos como paulatinamente se comienza a privatizar la propia enseñanza.
Y seguramente, ante todo esto, seguiremos igual de inactivos y resignados, viendo como se desmorona ante nuestras narices el castillo de naipes que llamábamos “estado del bienestar” por un zarpazo del verdadero poder, el que maneja el mundo, el poder económico y neo-liberal. Ni hemos sabido conquistar nuestros derechos (pues nos los otorgó papá estado por decisión propia) y ni mucho menos estamos sabiendo defenderlos.
Todo es como consecuencia del acomodamiento generalizado de la sociedad española; ciudadanía, clase política, sindicatos.
A los ciudadanos siempre se nos ha dado todo hecho (hasta la reforma política, que la decidió el propio régimen) con lo cual, llevamos casi medio siglo de desactivación social; la clase política y sindical se han acomodado de tal forma (ente sillones y despachos) que ahora desconocen la manera de ganarse, movilizar y liderar a la calle, a la ciudadanía.
¡Qué panorama nos espera! Quizás dentro de un par de años; cuando veamos que tras haber desmantelado el estado del bienestar, haber perdido derechos civiles, laborales, individuales y no se haya podido salir de la crisis, no se haya generado empleo, etc., entonces empecemos a movernos con la suficiente indignación y decisión como para conquistar nuestros derechos, estando (esta vez sí) totalmente convencidos que una vez conquistados los defenderemos hasta lo que sea necesario.
Pero hasta entonces, creo que… ¡apañados estamos!