29/06/2010

Novedades de la Institución Fernando el Católico

La primera editorial (pública o privada) aragonesa, no deja de lanzar al mercado (pequeño) de esta Comunidad, con esperanza de alcanzar a veces otros más o menos lejanos, novedades de gran calidad. Entre las últimas que nos han llegado por distintas vías están, de una parte, los Estudios históricos sobre la Universidad de Zaragoza, actas de un encuentro coordinado por Ignacio Peiró y Guillermo Vicente. Buscaban frente a la improvisación o la caída en los huecos existentes, de que adoleció la tan desigual como imprescindible entonces Historia que coordinó Beltrán hace un cuarto de siglo, la investigación en archivos (¡el abandono y maltrato en el de la propia Universidad ha clamado sin solución durante lustros!), biografías (Fraylla, Borao, Ibarra son estupendos ejemplos), o enfoques renovadores, como el que Ruiz Carnicer hace sobre la época de Franco.

Próximo a ese título está, por su coordinador, Alberto Sabio, y por ser también acta de un encuentro, Colonos, territorio y Estado. Los pueblos del agua de Bardenas. Un estudio bien planificado, que demuestra que el mejor libro de actas es aquel que responde a un encuentro cerrado sobre un tema, bien planificado. Los estudios de Sabio, Germán, Alares, Guarc, y otras aportaciones monográficas y opiniones de los colonos muy interesantes (sin olvidar la espléndida colección de fotografías) abordan la política de colonización, la de riegos, las transformaciones agrarias, el debatido y muerto asunto del Banco de Tierras, los problemas humanos y el futuro de ese mundo.

Un tercer coloquio, éste ya el XIII de Arte Aragonés, sobre La ciudad de Zaragoza, 1808-1908, es recogido en un hermoso volumen que coordinan M. García Guatas, J. Pedro Lorente e Isabel Yeste. La ambición temática desborda lo artístico para plantear, con acierto, otros ámbitos como el literario (Calvo Carilla), el social (David Baringo) o asuntos tan poco habituales como la fotografía (el llorado Alberto Sánchez Millán). Aspectos globales, monografías como una sobre el Pilar, mucha arquitectura y urbanismo, galerías de arte, biografías, etc., confirman que hay un tema amplísimo, una variedad quizás excesiva pero llena de rincones apetecibles.