Afganistán: ¡No, gracias!
Nuevamente, me sorprende la noticia.
Resulta que el Gobierno español ha tomado la decisión de aumentar en cien los militares destacados en Afganistán; para por primera vez relevar a la tropas estadounidenses en un “área de alto riesgo” (según Estados Unidos), concretamente en la provincia de Mokur.
Y eso que al parecer es prioritario para el Gobierno (por sus últimos decretos) rebajar el déficit público, concretamente el gasto.
¿Cuánto cuesta a las arcas del estado esta guerra?, ¿Cuánto costaron las dos aventuras de Irak? ¿Cuánto nos cuesta nuestra presencia en el Líbano?. Esa cuenta no la dirán, callarán.
Del “no a la guerra” y sacar a las tropas de Irak, han pasado al paulatino aumento de nuestros efectivos en Afganistán (casi anualmente) y al relevo de las tropas de Estados Unidos en un “área de alto riesgo”.
¿Y ese cambio? ¿será por el litio…?
Pero, ¿qué pintamos en Afganistán?
Afganistán es un país soberano, independiente, reconocido internacionalmente e… invadido y ocupado militarmente, ocupación en la que participa el ejército español.
Sí; nos dirán que dichos ejércitos están allí por una resolución de la ONU, etc., etc., etc.
El hecho de que en ese país exista un reducto o grupo terrorista internacional no es motivo para una intervención militar, por mucho que lo diga la ONU, la OTAN o el Vaticano, eso no es mas que una excusa para darle una legalidad internacional a una intervención militar en toda regla.
Por esa regla de tres, también habría que ocupar militarmente Israel, Yemen, Corea, el sur de Francia, Euskadi, Colombia, etc.
¿A que esa nos es forma de combatir el terrorismo?, al terrorismo, ya sabemos como se le combate: mediante servicios de inteligencia e información, cooperación internacional, aislamiento político, económico, etc.
En Afganistán, la realidad es que queremos imponer a base de tanques y obuses, nuestra concepción de estado, nuestras formas de gobierno, nuestro régimen político, nuestras costumbres occidentales… y eso con la fuerza de las armas y la excusa legal de la ONU.
Estados Unidos, la Unión Soviética, Alemania, Francia, España, el Islam, Roma, Grecia, etc., ya lo han hecho a lo largo de la historia; invadir militarmente a otros países para imponer sus usos, costumbres y religiones.
Unos quisieron imponer el capitalismo y liberalismos, otros el marxismo, el nacional socialismo, el ideario de la revolución francesa, el catolicismo, el Islam, las culturas romanas, griegas, etc.
¿Y que consiguieron?, siempre lo mismo: la sublevación de los pueblos ocupados contra la invasión extranjera, en definitiva la sublevación contra el imperialismo.
Todo ello son ejemplos de imperialismo; que no es otra cosa que lo que España esta imponiendo en Afganistán.
Cualquier pueblo es libre para decidir y realizar su destino, nadie puede imponer por el uso de las armas, el camino que deben seguir.
Por la fuerza de las armas queremos imponer una forma de gobierno, un sistema, imponer las reglas de occidente.
¿Cómo responden los afganos ante eso?. Pues como siempre ha respondido cualquier pueblo invadido y ocupado por fuerzas extranjeras; con la resistencia activa, la guerrilla, el sabotaje, combatiendo al invasor.
Igual que hizo la resistencia francesa contra la invasión nazi, o los españoles ante las invasiones de napoleón, musulmana o romana, igual que Sudamérica y los países bajos contra el imperialismo español primero y norteamericano después.
Recuerdo el año 2004, en el que en todas las calles de España tronaba el grito de ¡No a la guerra!, ese grito era igual para Irak que para Afganistán, era un grito contra todo tipo de guerra y concretamente contra la obsesión de un loco (Bush) de invadir militarmente todo el Islam para imponer el poder de los Estados Unidos en toda la zona del Golfo Pérsico.
¿Y el ejército español que hace allí? ¿Imponer democracia por la fuerza de las armas? ¿Imponer libertad matando? ¿Cuántos miles de millones de euros cuesta “esa misión de paz”? ¿Porqué siendo tan democráticos y tan progresistas, seguimos manteniendo autenticas políticas imperialistas?.
Todos estamos de acuerdo en que Afganistán debe de ser un país libre. Pero para ello, el primer paso que tenemos que dar es liberarlo de la ocupación militar de nuestro ejército.