27/08/2010

Álbumes

Carte d'Espagne et Portugal

Álbum se llamaba a todo libro grande, con muchas ilustraciones, fotografías, dibujos. También a los que contenían, bien pegados, cromos coleccionados. Álbum llamamos también a las ediciones de obras grandes, bien por su obligado tamaño si son facsimilares, bien porque el tipo de materiales gráficos que contienen exigen ese formato. Hay cuatro álbumes aragoneses recientes que aprovechamos esta pequeña disquisición para informar de ellos conjuntamente.

Uno, es 1823. Los Cien mil hijos de San Luis. El mapa olvidado de la Expedición. Editado al año siguiente en París, por el geógrafo L. Vives y con un comentario sobre las operaciones de ambos ejércitos, francés y español, por el teniente coronel Duchateau, este facsímile de la Institución Fernando el Católico lleva un estudio sobre ese trozo de historia que quienes le apoyaron, pronto fuera de juego, no se atrevieron a esgrimir, y quienes lo rechazaron no solían atender, por lo tanto. Precioso regalo de la vista, de la mente, del espíritu.

Otro, deleite de todos los sentidos pues hasta la tinta recién impresa huele a pasado, es el libro Primeros tiempos de la fotografía en Zaragoza, obra de José Antonio Hernández Latas y edición de Canalón. Reúne fondos procedentes de colecciones privadas, qué difícil es incluso saber qué existe, quiénes lo tienen, lograr que dejen verlo, estudiarlo, darlo a conocer. Qué mérito en quienes lo logran, y también en los generosos propietarios. Asómense, pues, a esos formatos “Carte de visite” y “Cabinet Card”, créanse que estamos, sí, en el último tercio del XIX. Qué maravilla.

Viejas fotos

Rafael Jiménez Martínez fue el creador y primer director del entonces embrionario Museo Pedagógico de Aragón, con sede en Huesca. Le conocimos allí, comprobamos su pasión educadora por los materiales, el espíritu que se leía en los objetos, el recuerdo plasmado en todo tipo de recursos. Hoy, el Museo ha crecido y tienen una sede espléndida y unas actividades extraordinarias, y entre ellas no falla la de honrar y agradecer a su primer promotor aquellas silenciosas tareas. Este libro, La escuela en la memoria, de texto apretado y emotivo, de multitud de recuerdos propios y recolectados, de ilustraciones sabrosísimas, es el libro de un maestro. Felicidades a todos los que lo habéis hecho posible.

La escuela en la memoria

María Pilar Benítez Marco ha trabajado duro para poder mostrar, en María Moliner y las primeras estudiosas del aragonés y del catalán de Aragón (Rolde y Casa de la Mujer), que el mito de María Moliner no estaba en solitario, sino que era un grupo de mujeres magníficas, y un espíritu de la cambiante época de los años veinte y primera mitad de la guerra. Conocemos a algunas de ellas, en especial a Pilar Sánchez Sarto, hermana de Manuel, el gran economista exiliado, a Pilar Rebullida, Áurea Javierre, y al final, ya casi en nuestros tiempos, a Nieus Luzía Dueso Lascorz; pero eran muchas más, y este mágico libro, saltando sobre silencios historiográficos e ignorancias culpables, nos habla de sus trabajos, que de haber sido varones llevarían décadas y décadas de premios, honras, calles y menciones.

Mujeres filólogas