15/07/2011

La casa de José Zorrilla en Valladolid

Para Ana Maria Zamorano

           

Zorrilla nació en Valladolid el 21de febrero de 1817  y en la actual casa -museo vivió los 7 primeros años de su vida.  Un siglo después el Ayuntamiento  la convirtió en museo. Sus estancias recrean un hábitat doméstico decimonónico, de corte urbano, amueblado con los enseres donados por Juana Pacheco, su segunda esposa. 

La planta baja  un recoleto salón de actos –Sala “Narcido Alonso Cortés”– y está precedida por “el jardín romántico”, con una bellísima rosaleda central, flanqueada por cipreses, chopos, acerolas, tilos, saúcos. Una exquisita guía conduce mis pasos.             

Zorrilla fue un brillante escritor  que vivió según sus deseos. Supo conquistar su libertad.

Una biografía romántica       

Era hijo de José Zorrilla,  hombre conservador y severo, seguidor de Don Carlos V que trabajó como superintendente de policía en Madrid.

Su padre le envió a estudiar leyes a Toledo pero  la atracción por el dibujo, las mujeres (una prima de la que se enamoró durante unas vacaciones) y los libros  de autores como Walter Scott, James Fenimore Cooper, Chateaubriand, Alejandro Dumas, Victor Hugo, el Duque de Rivas o Espronceda, arruinaron su futuro en el campo de las leyes. Huyó a Madrid (1836), frecuentando los ambientes artísticos y bohemios  iniciando  su carrera  literaria

Publicó  poesías en El Artista, y pronunció discursos revolucionarios en el Café Nuevo. A la muerte de Larra en 1837, declamó  en su memoria un improvisado poema que le granjearía  amistad de José Espronceda y  Hartzenbusch . Su primer drama, fue Juan Dándol, estrenado en julio de 1839 en el Teatro del Príncipe. En 1840 publicó sus famosísimos Cantos del trovador y estrenó tres dramas, Más vale llegar a tiempo, Vivir loco y morir más y Cada cual con su razón. En 1842 aparecen sus Vigilias de Estío y da a conocer sus obras teatrales El zapatero y el rey, El eco del torrente y Los dos virreyes.

En 1838 se casó con Florentina O’Reilly.   Un hijo que tuvieron murió. En 1845 abandonó a su esposa y marchó a París en 1845. Al parecer  asistió a algunos cursos en la Facultad de Medicina.  Mantuvo amistad con Alejandro Dumas, Alfred Musset, Víctor Hugo, Théophile Gautier y George Sand.

Su madre murió en 1846 y volvió a Madrid. La Real Academia lo admitió en su seno y fue hecho miembro de la Junta del Teatro Español. Su padre murió en 1885 y fue un duro golpe porque se negó a perdonarle dejando un gran peso en su conciencia, y considerables deudas, que afectaron a su obra.

Volvió a París en 1851, donde vivió con su amante Leila. Posteriormente estuvo en Londres y después en México (1854-1866), con la interrupción de un año (1858) que pasó en Cuba.

En México llevó una vida de aislamiento y pobreza. Cuando Maximiliano I ocupó el poder como Emperador de México Zorrilla se convirtió en poeta y fue nombrado director del Teatro Nacional.

Muerta su esposa regresó a España en 1866 donde se enteró del fusilamiento de Maximiliano. En su obra “El drama del alma” critica amargamente a los que habían abandonado a su amigo Maximiliano como Napoleón III y el Papa.

Se casó con Juana Pacheco en 1869, treinta años mas joven.

Recibe nuevos honores y es nombrado Cronista de Valladolid. Es coronado poeta nacional en Granada en 1889. Fallece en Madrid en 1893 como consecuencia de una operación efectuada para extraerle un tumor cerebral.

Hay tres  elementos para comprender la vida de Zorrilla.

Las relaciones con su padre, hombre severo que rechazó sistemáticamente el cariño de su hijo  negándose a perdonarle sus errores juveniles.  Dice en “Recuerdos del tiempo viejo” , “Mi padre no había estimado en nada mis versos: ni mi conducta, cuya clave el solo tenía”

Un temperamento muy sensual con numerosas amores en París y México. Hay una lista de mujeres en su vida que aunque lejos de la de “Don Juan” camina en esa dirección.

En su obra inventa un doble loco (“Cuentos de un loco”, 1853) que sigue siendo un tema recurrente. En “Recuerdos de un tiempo viejo” habla de alucinaciones y sonambulismo. ¿Cuando apareció el tumor cerebral y como afectó a su obra?

En algunos versos de aire machadiano, reitera su carácter independiente y comenta que rechazó cargos públicos por no sentirse preparado para ellos “Yo temo -escribe  en sus “Recuerdos del tiempo viejo- que nuestra revolución va a ser infructífera para España por creernos todos los españoles buenos y aptos para todo y meternos todos a lo que no sabemos”.

Valladolid no olvida a su hijo predilecto.