25/11/2011

Dos grandes novelas del mundo rural

A primeros de noviembre se presentaba en la sala de la Institución Fernando el Católico un libro importante, quizá el que más, de José Giménez Corbatón: El fragor del agua. Aparecido en 1993, y ya un clásico, llega ahora en una muy pulcra una edición anotada y orientada a los estudiantes de bachillerato. Una idea excelente, ya acometida, en la nueva colección “Letra última” en otros libros aquí citados, como una selección poética de Ildefonso Manuel Gil y la antología Perro al acecho de Ignacio Martínez de Pisón. En la foto, el autor y el director de la IFC Carlos Forcadell, con las catedráticas M. Carmen Lacarra y Mercedes Yusta, autora del estudio intrductorio, como gran experta que es en el mundo del maquis turolense. Además, hay una rica colección de materiales complementarios, al cuidado de Patricia Esteban.

Al igual que en el caso de Corbatón, otra novela sobre el mundo rural turolense es la del inolvidable autor de Xadurija, la gran novela histórica del Bajo Aragón turolense de toda la vida. Me refiero a Ramón Mur, periodista muy curtido, escritor, agitador cultural en su Belmonte de Mezquín. Huellas de herradura es un libro extraño, documentadísimo sobre un tema en apariencia menor, perdido, olvidado: el papel de los mulos en la vida rural. Relatada en torno a una figura principal, un catedrático de Veterinaria que comenzó su vida y trabajo ayudando en humildes tareas, hasta alcanzar un saber (que el autor, trasunto del mismo, nos transmite para asombro de propios y extraños) que le llevará hasta la exitosa vida académica. Un libro raro por mil razones, entre otras que debe comprarse en la red (Bubok), algo aún infrecuente entre nosotros…

 

Y un precioso libro de relatos.

Nos llega con retraso (no existía entonces esta web, por lo demás) El bardo de la memoria. Mitos, leyendas y narraciones turolenses, de Francisco Lázaro Polo (Aragón Vivo Ediciones, Teruel, 2006); un libro de bello diseño y muy personales dibujos de Juan Iranzo Soler. Es un género sumamente atractivo, muy apropiado para gente joven (Domínguez Lasierra, por ejemplo, es uno de los adalides de este género), y como el citado de Corbatón susceptible de ser utilizado en clases de Literatura en Secundaria.