Andrea Palladio en Vicenza
Tras unos días en Venecia recorriendo La Academia, Ca Pessaro, Ca Rezzonico, Museo Correr y Torcello es interesante una escapada por el suave véneto. Esta vez le correspondió a Vicenza una bella ciudad situada a 60 km de Venecia, y 30 de Padua. Es conocida mundialmente como la ciudad de Palladio, por las numerosas construcciones que realizó en la ciudad y en las villas del Véneto. Está considerado como el arquitecto más influyente de toda la historia de la arquitectura de occidente. Vicenza está reconocida por la UNESCO como Patrimonio de la Humanidad (1994).
Vicenza es ciudad tranquila, acogedora, transitable y señorial. Es la tercera ciudad industrial de Italia y una de las capitales mundiales de la joyería de oro. Su patrón es San Vicente de Zaragoza y se celebra el 22 de enero. Este santo es venerado por la iglesia católica, la anglicana y la ortodoxa.
Vicenza conserva 23 edificios diseñados por Palladio, destacando el Teatro Olímpico, la Basílica Palladiana, el Palacio Chiericatti, la sede del museo de Vicenza, y el Palacio Leoni Montinari. Vicenza es un museo a cielo abierto que custodia su obra. También diseñó numerosas villas.
Resulta impresionante la influencia de Palladio en la historia de la arquitectura. Los centenares de miles de casas, iglesias, universidades y edificios públicos con fachadas simétricas y semi columnas adornadas rematadas por un frontón derivan de una u otra forma de diseños de Palladio. Su arquitectura ha sido considerada el paradigma de la tradición clásica.
Nació en Padua en 1508. Su padre era molinero. A los trece años comenzó a trabajar en Padua, en un taller del picapedrero Bartomeo Cavazza. A los 18 fue Vicenza, frecuentando el taller de Pedemuro San Viaggio de gran prestigio arquitectónico.
A los 30 años fue contratado por el conde Giangiorgio Trissino, un reconocido intelectual y humanista veneciano que le protegió.. El conde le dio el nombre de Palladio en alusión a “Pallas Athenea”, la diosa de la sabiduría en la mitlología greco-romana. En 1540, recibió el título de arquitecto. El conde Trissino le facilitó contactos con personas importantes de su entorno y le permitió visitar Roma.En la ciudad eterna puede observar en vivo los monumentos imperiales, admirando su belleza y observando sus materiales, técnicas de construcción y relaciones entre los espacios. La gran cúpula del Panteón se convertirá en un elemento característico de sus villas palladianas. Tiene encuentros con Miguel Ángel, Sebastiano Serlio, Giulio Romano y Bramante.
Actividad artística
En 1540 inicia su actividad autónoma como arquitecto ganando el concurso de la reconstrucción de la Basílica de Vicenza en dura competencia con otros famosos arquitectos del momento. Aquí inicia un período de intensa producción como el Palacio Chiericatti hasta la villa bávaro “La malcontenta” y la muy conocida Rotonda. También publicó “Los cuatro libros de de la Arquitectura” expresión de su cultura, ideales y experiencia. Posteriormente comenzó las obras del Teatro Olímpico que terminó su hijo Sila.
Entre 1500 y 1700 Vicenza vivió un largo periodo de tranquilidad y bienestar debido a la tradicional laboriosidad de sus habitantes. Florecieron nuevamente las actividades económicas desde la industria de la lana y la seda hasta la cerámica. Aquí renació el arte y la cultura. Había muchas Academias, entre ellas la Academia Olímpica, fundada por Palladio que agrupó a poetas, escritores, pintores y arquitectos, como el mismo Palladio que enriqueció a Vicenza y su región con sus obras. Creó una nueva imagen de la ciudad y marcó pautas arquitectónicas para dos siglos.
Finalizo mi recorrido en el Palacio Leoni Montanari. En el segundo piso se encuentra la exposición de alrededor de 130 iconos rusos escogidos entre los 500 que componen la rica colección de Banca Intesa. Entre los más hermosos cabe señalar “Las puertas reales” (Moscú fines del siglo XVI). “Cristo en Majestad” (provincia rusa, siglo XVI) y “Los arcángeles Miguel y Gabriel” (siglo XVI)
Regreso a Venecia y paseando por sus canales cuando atardece veo esas siluetas eternas de las iglesias San Giorgio y el Redentor. También las diseñó Palladio.