Por la boca muere el pez
Como tengo que viajar mucho en diligencia, carroza, barco etc. me he acostumbrado a que la novela negra o policíaca sea mi compañera. Es un conocimiento reciente y al que tengo que agradecer que me haya presentado a Carvalho, a Méndez, a Delicado –a Brunetti, cada vez menos- y, con mucho cariño a Montalbano. Con el mismo cariño con que Camilleri le da este nombre en homenaje al gran Manolo Vázquez Montalbán.
Este es un pequeño juguete, un divertimiento entre dos autores (tengo que leer a Lucarelli) que establecen un diálogo rápido, moderno, entretenido y muy, muy divertido. Por medio de instrumentos policiales, judiciales, sms, dibujos, atestados etc. dos inspectores de policía resuelven un crimen.
No pasará a la historia de la novela policíaca pero nos ofrecerá un muy buen rato. Ideal para un viaje en el AVE a Madrid ya que su extensión nos permite leerlo entre el ir y venir. Este es uno de sus defectos (o virtudes): es muy cortito y, además, con letra muy grande.
Es imprescindible la nota del editor para entender el juego que ambos autores se llevan entre manos y que nos explican las cosas que nos han desconcertado. Si conocemos a Montalbano, nos sorprenderán algunas de sus actuaciones.
Y si no se conoce a Montalbano, desde estas líneas, les recomiendo su persona. Camilleri suele trascender el aspecto meramente policial para darnos una visión de Sicilia, de su pueblo y la política italiana y sus relaciones económicas, sociales, culturales que nos resultan muy interesantes y, todo ello, con escritura muy sencilla y agradable. Y, además, al igual que Carvalho, nos ofrece recetas culinarias muy mediterráneas y alejadas de la pizza y la pasta: el pescado, marisco, tomates, verduras son los ingredientes fundamentales de su alimentación y que le prepara su fiel Adelí.
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Camilleri, A. & Lucarelli, C.
“Por la boca muere el pez”
Ed. Papel de Liar. Barcelona, 2011
105 páginas y 8 más con la Nota del Editor