Despedida a un gran cantante: Dietrich Fischer-Dieskau
La pasada semana falleció, cercano a cumplir los 87 años, el barítono alemán Dietrich Fischer-Dieskau, uno de los más grandes cantantes del siglo pasado, que deja constancia de su arte en numerosas grabaciones.
Nacido en Berlín en 1925, ciudad que le nombró hijo predilecto, desarrolló una intensa carrera musical desde su debut en 1947 hasta su retirada en 1992. La belleza de su voz, su dominio técnico, su sensibilidad para transmitir el sentido de las diversas composiciones y su elegancia y su imponente figura como intérprete hicieron que se reconociera su talento en todo el mundo. “Cantante por antonomasia”, “de rarísima maestría”, “genio de la declamación”, “un dios que no carecía de nada” fueron algunos elogios de compañeros y críticos.
Dominaba un amplísimo repertorio, del que afortunadamente han quedado numerosos testimonios grabados. Interpretó cantatas y Pasiones de Bach; fue un insuperable cantor de lieder de Schubert y Mahler, y entre sus personajes de ópera figuraron, entre otros, Papageno, de La Flauta mágica; Orestes, de Elektra; Rodrigo, de Don Carlo, y Rigoletto; y los vagnerianos Wolfram (Tannhäuser), Telramund (Lohengrin), Gunther (El crepúsculo de los dioses), Sachs (Los maestros cantores), Kurwenal (Tristán e Isolda) y Amfortas (Parsifal).
Para el aficionado a la música que no le conozca bien, escojo algunas sugerencias variadas, que no le defraudaran: las dos colecciones de lieder de Schubert, Die Schöne Müllerin (La bella molinera) y Winterreise (Viaje de invierno) (EMI); la ópera Rigoletto, de Verdi, en la magistral versión dirigida por Rafael Kubelik, en la que canta el papel titular, acompañado por Renata Scotto, Carlo Bergonzi y Fiorenza Cossotto (2 CD Deutsche Gramomophon); y para disfrutar con imágenes de su elegancia interpretativa el DVD (2) dedicado a la filmación de “Las bodas de Fígaro”, de Mozart, dirigido por Karl Böhm, con Kiri Te Kanawa, Mirella Freni y Hermann Prey (Deutsche Grammophon).