03/07/2012

Jean Sibelius y Finlandia

Un reciente viaje por Finlandia me ha servido para recordar a Jean Sibelius (1865-1957) y comprobar el respeto y la admiración que sigue existiendo por él en ese país, como músico y compositor más destacado y conocido y vinculado al sentimiento nacional.

Sibelius, influido inicialmente por Wagner y más tarde por Bruckner y Tchaikovsky, permanece como uno de los sinfonistas más presentes en las salas de conciertos y en las grabaciones discográficas. Su música mantiene una estricta expresión tonal, indiferente a las nuevas corrientes de su tiempo. En ella se encuentran melodías y temas ampliamente desarrollados, a veces solemnes, a veces sugiriendo la naturaleza y sus distintos momentos, y destaca su colorido orquestal y la fuerza de sus metales.

La vinculación de Finlandia con Sibelius se produce por su amor a inspirarse en el paisaje, en sus bosques y lagos, que refleja en sus obras, y por la composición de varios poemas sinfónicos basados en temas de la tradición finlandesa (En Saga, Karelia Suite, Tapiola), y, por encima de todos, su “Finlandia” (1899), que exaltó y reforzó el sentimiento nacional. Otras obras suyas muy conocidas son el Vals Triste, el Concierto para Violín, el Andante festivo y su ciclo de siete Sinfonías, de las que posiblemente la primera (1899/1890) y segunda (1902) son las de mayor popularidad. Sibelius se mantuvo en silencio como compositor los últimos treinta años de su vida.

La discografía de obras de Sibelius es muy extensa, pues sus poemas sinfónicos y sus sinfonías han interesado a directores como Von Karajan, Simon Rattle o Mariss Jansons. Leonard Bernstein grabó en los 60 la integral de sus sinfonías con la Filarmónica de Nueva York y, poco antes de su muerte, las sinfonías 1, 2, 5 y 7 con la Filarmónica de Viena. Lógicamente también le han dedicado especial atención conjuntos y directores cercanos como la Orquesta Sinfónica de Lahti, dirigida por Osmo Vänska, y la Sinfónica de Gotemburgo, dirigida por Neeme Järvi.

En Finlandia se le sigue tributando gran admiración. El día 8 de diciembre, fecha de su nacimiento, se conmemora el Día de la Música finlandesa. En Helsinki, su monumento es visita obligada para los turistas (con fotografía incluida). Obra de Eila Hiltumen, está situado en medio del parque que lleva su nombre. Se compone de dos elementos separados, ambos en acero inoxidable: su rostro (en su aspecto de 1910) y un gran conjunto de tubos, símbolo que recuerda a un órgano. La Academia Sibelius tiene su sede en el espléndido edificio nuevo del Palacio de la Música.

En las cercanías de Helsinki, a unos 30  minutos, en Järvenpää, se encuentra Ainola –la tierra de Aino–, que fue la residencia de Sibelius y su mujer Aino desde 1904. La hermosa casa, diseñada por Lars Sonck, con vistas sobre el bosque y el lago Tuusula, con su sauna, permitió a Sibelius componer en paz. En 1974, la Sociedad Sibelius abrió en ella un Museo, que puede visitarse de mayo a septiembre.

En Hämeenlinna, cerca de Tampere, se halla la casa natal de Sibelius, donde pasó sus primeros años, también convertida en museo. Y en Turku, junto a su catedral, un moderno edificio alberga un Museo Sibelius dedicado al compositor. Bien es cierto que no pude visitarlo porque la celebración a conciencia del solsticio de verano había cerrado todo en esa ciudad los días 22, 23 y 24 de junio.