Nº 1-15 (septiembre de 2014)
Memoria selectiva de la Transición, José María Izquierdo
En el paso del franquismo a la democracia se retorcieron pasados para poder avanzar en la reconciliación
1.1. Gutiérrez Mellado, el militar que les puso firmes
Volvemos a encontrar al general Gutiérrez Mellado, todo dignidad enfrentando sus enjutos más de 70 años a aquellos fornidos guardias civiles con metralletas en las manos. El propio Tejero intentó, sin éxito, derribarle al suelo, como se vio perfectamente en una de las más vergonzosas escenas de todo aquel circo de pesadilla. Pero es esa imagen extraordinaria la que justamente ha quedado en la retina de los españoles.
Así, por ejemplo, le recordarían escritores tan alejados de su filiación política como Manuel Vicent – “Gracias, general, por no haber sido tumbado”, escribía en una columna que se titulaba “Héroe”- o Manuel Vázquez-Montalbán, que escribió este párrafo: “Se explica el respeto que inspira. La autoridad que emana de él, aunque ya no tenga mando en plaza”.
No, Manuel Gutiérrez Mellado no era un paranoico intratable. Es que en verdad tenía muchos y montaraces enemigos. Que además querían verle, doliente, por los suelos.
http://politica.elpais.com/politica/2014/08/01/actualidad/1406899298_517554.html
1.2. Tarancón, el responso al Antiguo Régimen
Luchó Tarancón por acabar como pudo con aquellos rescoldos del franquismo incrustados en los altares que impedían el normal desarrollo de una democracia que empezaba a andar. La ultraderecha le persiguió incansablemente, y la prensa que estaba a sus órdenes –o al revés- que nunca se sabe, acumulaba editoriales y artículos contra el cardenal, lo que le situaba al mismo nivel que a Gutiérrez Mellado, el otro gran traidor de aquellos nostálgicos.
Se ve que desde aquella homilía del pan, Vicente Enrique y Tarancón nunca había sido un personaje fácil, excesivamente propenso a pisar demasiados callos. Por eso, seguramente, se le perdonaba una cierta sombra de vanidad en el gesto. Porque el trabajo realizado, puño de hierro y guante de seda, no fue poca cosa.
http://politica.elpais.com/politica/2014/08/08/actualidad/1407494590_342427.html
1.3. Fernández Ordóñez o el eficaz movimiento continuo
Aún en vida de Franco, cuando fue nombrado presidente del todopoderoso Instituto Nacional de Industria, llamó a su lado a los entonces rojísimos para aquel régimen Miguel Boyer o Carlos Solchaga, con quien mucho después compartió Gobierno socialista durante siete años. La diferencia, quizá, es que Ordóñez se movió más. Mucho más y a toda velocidad.
González, en 1985, cambia la posición del partido, y decide que España debe ser un miembro más de la Organización, convencido de que era el paso definitivo para la incorporación de España a Europa, al tiempo que evitaba posibles involuciones del Ejército, todavía con algunos jefes levantiscos. Tanto que todavía en 1985 prepararon un terrible golpe de Estado en el que debían morir Felipe González, Alfonso Guerra y toda la cúpula militar. También estaba previsto el asesinato del Rey, la Reina y las Infantas Elena y Cristina. Los golpistas pretendían colocar una o varias bombas bajo el estrado donde iban a presidir, el 2 de junio, en A Coruña, el Día de las Fuerzas Armadas. El Gobierno prefirió entonces el silencio tras la desarticulación del plan por los servicios secretos en la Semana Santa anterior, un golpe del que nada se supo hasta que en 1991 lo destapó EL PAÍS.
Así que Fernando Morán deja el Ministerio el 6 de julio de 1985, Fernández Ordóñez asume el cargo ese mismo día y el 12 de marzo de 1986, por un apretado 52,5%, los españoles aprueban en referéndum la permanencia de España en la OTAN.
Muchos giros, muchos, pero acabó en el mismo sitio en el que empezó. Todo un caso, este Francisco Fernández Ordóñez, Paco para todo el mundo.
http://politica.elpais.com/politica/2014/08/08/actualidad/1407495101_142558.html
1.4. Demasiada sangre, demasiado olvido
Ninguno de los hoy profetas entiende que en aquellos años ni las urnas ni la calle acompañaron a los revolucionarios. Se impuso la reforma por la fuerza de los votos, expresión libre del pueblo, y fracasó la ruptura porque nadie siguió a quienes apostaban por acabar a sangre y fuego –literal- con aquel vergonzoso franquismo.
Aquí vamos a ver que aquella engañifa –dicen sus purísimos detractores- se llevó la vida de casi 600 personas, sacrificadas por la violencia asesina de quienes sí querían la ruptura o quienes se oponían a la reforma. Mariano Sánchez, en su completísimo La Transición Sangrienta (Península, 2010), cifra el número de víctimas de esos extremismos en 591 entre 1975 y 1983. Y los distribuye así: los grupos incontrolados de extrema derecha causaron 49 muertos; los grupos antiterroristas asesinaron a 16 personas, principalmente del entorno de ETA y el GRAPO; la represión policial le costó la vida a 54 personas; 8 personas fueron asesinados en la cárcel o en comisaría; 51 murieron en enfrentamientos entre la Policía y los grupos armados; ETA y el terrorismo de izquierdas asesinó a 344 y el GRAPO a 51. Conviene grabarse en la memoria esos números.
Quizá podríamos seleccionar algunos casos de la época y así resumir en ejemplos, como en los libros escolares, la brutal violencia de la época. Para empezar, las fuerzas de orden público, responsables de más de esas 100 muertes, que eran, por decirlo con suavidad, de aquella manera.
¿La extrema derecha? Servirá, seguro, el ametrallamiento de los abogados laboristas del bufete de la madrileña calle de Atocha, número 55.
¿Hablamos de los argentinos? Seleccionemos dos nombres: Rodolfo Eduardo Almirón y Jorge Cesarsky…
http://politica.elpais.com/politica/2014/08/22/actualidad/1408704953_177258.html
1.5. Los Pactos de la Moncloa y la fugacidad de Fuentes Quintana
No es fácil encontrar en la pequeña historia de la Transición, ni quizá en la mayor, un caso tan notable como el de Enrique Fuentes Quintana, que con apenas ocho meses de permanencia en un Gobierno, marcara tanto —allí ha quedado, con tinta indeleble — su paso por la política.
La inflación se movía en niveles —ahora sí— inimaginables: del 20% de 1976 se pasó a mediados de 1977 al 44%. Era habitual que los bancos aplicaran un interés cercano a ese 20% a los préstamos a particulares para adquirir un coche o una casa. Contaba Fuentes Quintana en una entrevista a Carlos Sánchez, en 2002, que lo primero que iba a hacer cuando llegara al cielo —murió en 2007, víctima del alzhéimer— era “presentar a San Pedro un gráfico para demostrarle que gracias a los Pactos de la Moncloa la inflación española pasó del 40% de mediados del año 77 hasta el 2% en 1998, lo que permitió a este país formar parte del euro desde el primer día”.
Aquel primer Gobierno salido de las urnas no tuvo más remedio, si quería sobrevivir, que encarar de frente la catástrofe que amenazaba con dejar en puras ruinas lo poquito construido. Decíamos que para ello sitúa Adolfo Suárez a Enrique Fuentes Quintana en la vicepresidencia económica. Lo primero, como reconoció Fuentes, fue quitarse de encima al ministro de Hacienda del Gobierno de Carlos Arias Navarro, Juan Miguel Villar Mir, a quien consideraba un desastre y de quien no se fiaba ni un pelo. Como la vida es breve y complicada, es el mismo Villar Mir que 30 años después tan generosamente llenaba las arcas del PP con suculentas entregas al hoy conocido recluso de Soto del Real, Luis Bárcenas Gutiérrez. En su lugar se nombró a Francisco Fernández Ordóñez.
Todavía tuvo Fuentes que vencer algunos importantes obstáculos, fuera y dentro del Gobierno, incluido el escepticismo de Suárez, más proclive a buscar un empréstito a bajo interés como solución a la crisis, para poner en marcha la única salida que entrevió para salvar al país del desastre: el consenso. Ese resquicio implicaba poner de acuerdo a todos los partidos políticos en que se responsabilizaran, el primero el Gobierno, en unos mínimos que acabaran con aquella hemorragia que arrastraba al precipicio a la debilísima democracia. La tarea parecía imposible, tal y como les hemos ido contando: un Ejército que se negaba a los cambios y amenazaba con golpes de Estado, una Iglesia remolona con la modernización de la sociedad, una violencia terrible con centenares de muertos… y algunos partidos todavía dominados por los sectores más extremistas. Por si eran pocos los problemas, había que contar con unos sindicatos de legalidad recién estrenada, porque todos eran conscientes de que sin la aprobación de los trabajadores nada sería posible: aunque no estamparan su firma en aquellos acuerdos, había que conseguir que dieran su aprobación, aunque fuera —como ocurrió— a regañadientes.
http://politica.elpais.com/politica/2014/08/29/actualidad/1409304456_399099.html
2
Artículos de Mariano Berges*
2.1. La dialéctica de lo viejo y lo nuevo
Los partidos políticos son instrumentos para transformar la sociedad. No son, pues, importantes por si mismos sino por el objetivo que pretenden.
En estos momentos, el PSOE está en caída libre. Y la caída libre no se neutraliza con programas sino con credibilidad. El PSOE la ha perdido por dos razones: una externa, la globalización neoliberal que nos rodea y que pone en crisis el modelo de bienestar; y otra interna, su declarada sumisión a los poderes económicos y su pertenencia a la vieja política. Recobrar la credibilidad es harto difícil y nunca sin humildad y paciencia.
Una consecuencia de esa falta de credibilidad socialista se llama PODEMOS. Pero entre los votantes de PODEMOS no solo hay algunos desahuciados, sino están también los ofendidos, clase media y media-alta, que se han sentido agredidos por la crisis en su confort existencial. Son gente que en su día votaba a partidos convencionales y que su voto frustrado elige a los nuevos no contaminados. Como revulsivo podría funcionar. ¿Llegará PODEMOS a ser el partido de la derecha “ilustrada” española?
Los españoles, desde su profundo escepticismo e incertidumbre, ya no se fían de nadie. Piensan que todos los han engañado. Todos menos los que aún no han gobernado. Ése y no otro es el gran argumento de PODEMOS. Porque su programa es un listado de generalidades y obviedades, recitadas como una lección recién aprendida, y una serie de respuestas simplistas a problemas complejos. Eso sí, y mucha comunicación política de nueva generación. La gente no vota a PODEMOS, vota contra una política que está deteriorando gravemente su vida y sus expectativas. La adecuación de un partido conservador como el PP a la crisis es fácil y hasta cómoda. Su praxis de gobierno está en plena coherencia con su pensamiento. El PSOE lo tiene muy difícil. La política redistributiva socialdemócrata necesita una situación económica holgada, inexistente en la crisis. La competitividad rápida y global que exigen los mercados va contra la línea de flotación socialista. Es el momento de los populistas que nada tienen que corregir porque no han gobernado y todo es futuro aunque sea sin argumentos consistentes. La cultura (o incultura ) política hace el resto.
http://raulnuevastecnologias.blogspot.com.es/2014/08/la-dialectica-de-lo-viejo-y-lo-nuevo.html
2.2. Regeneración democrática I
El pesimismo, con frecuencia, no es más que la coartada para la negación de la participación política. Existen suficientes recursos humanos e institucionales, pero faltan liderazgos que dirijan los procesos de este nuevo impulso
El punto de partida debería ser un diagnóstico de situación y su correspondiente etiología. Debería ser un análisis descarnado que posibilitase una terapia real, aunque fuese traumático para muchos de sus protagonistas.
Algunos simplifican la solución con una modificación de la CE en clave federal. Sin embargo, todo es mucho más complejo, pues si bien es cierto que una modificación constitucional podría dar un nuevo impulso (¿segunda transición?), previamente hay que modificar radicalmente muchas actitudes y planteamientos sin los que es imposible un cambio serio.
http://raulnuevastecnologias.blogspot.com.es/2014/08/regeneracion-democratica.html
2.3. Regeneración democrática II
La regeneración democrática que España requiere tiene un gran objetivo: la defensa real y efectiva de una democracia de calidad y el progreso económico y social frente a la creciente fragmentación territorial y social. Y necesita un gran instrumento: el relevo en las instituciones de poder y en la articulación de la nueva sociedad por parte de las nuevas generaciones.
Como medidas concretas citaría las siguientes:
En primer lugar, un pacto estructural por el empleo y las pensiones, con la participación de Gobierno, partidos políticos, centrales sindicales y organizaciones empresariales.
En segundo lugar, es urgente una reforma y modernización de las diversas Administraciones públicas: eliminando la duplicación de estructuras y funciones hasta conseguir un Estado eficaz y eficiente, en función de las nuevas demandas de España y la UE. Una buena herramienta sería una aplicación operativa del Estatuto Básico del Empleado Público que contribuya a profesionalizar la dirección de la gestión, limitando la designación política de altos cargos para protegerlos de interferencias. También es necesario garantizar un acceso adecuado a la información sobre la gestión de las Administraciones, que facilite la rendición de cuentas de los gestores y el juicio crítico por parte de los administrados.
La tercera pata del Estado democrático de derecho, el poder judicial, todavía no ha sido objeto de una transformación democrática rigurosa. La igualdad de los ciudadanos ante la ley es papel mojado dada la lentitud e ineficacia en el funcionamiento de los tribunales.
Todo ello no sería económicamente posible sin una reforma fiscal justa y equitativa, sin exenciones que conviertan en papel mojado cualquier normativa existente. Y con una inspección rigurosa e independiente de elementos y “precauciones” políticos. En España no hay ética ni conciencia políticas porque se ha cultivado la opinión de que pagar a Hacienda es de tontos o despistados. O de pobres, porque los ricos no suelen pagar.
Dos medidas más directamente políticas. Una Ley de Partidos que garantice la democracia interna y la transparencia de las formaciones políticas. Y una Ley Electoral que modifique algunos elementos de la normativa actual, de manera que armonice una proporcionalidad real de la representatividad popular con una gobernabilidad eficaz.
http://raulnuevastecnologias.blogspot.com.es/2014/08/regeneracion-democratica-y-ii.html
3
Las reformas electorales del PP
3.1. Ley electoral: la reforma municipal equivocada, Roger Senserrich
Los ayuntamientos en los años de la burbuja fueron una de las principales fuentes de casos de corrupción en nuestro país: los pelotazos urbanísticos, amiguismos y politización de muchas corporaciones locales se repitieron con deprimente frecuencia, señal de un diseño institucional deficiente.
Los votantes, en general, son bastante torpes castigando a los políticos corruptos en las urnas, especialmente a nivel municipal.
El PP es de la opinión que uno puede cambiar las reglas del juego en unos comicios democráticos meses antes de las elecciones sin hacer público el contenido de la reforma hasta el último momento.
La reforma de Rajoy sería, en este caso, no sólo inútil, sino casi irresponsable. El gobierno no sólo estaría apelando a un populismo mayoritarista como solución mágica (y completamente inútil) para males reales, sino que además lo hace para regalarse a sí mismo un buen puñado de alcaldías.
Sea cual sea el contenido de la reforma, el PP no debería ni siquiera plantearse aprobarla en solitario, y desde luego, no debería entrar en vigor hasta pasadas estas elecciones municipales.
http://politikon.es/2014/08/21/ley-electoral-la-reforma-municipal-equivocada/
3.2. La ruptura del consenso electoral, Javier García Fernández
El proyecto del PP para la elección de alcaldes choca con la Constitución
La acumulación de reformas en este campo es un intento de retener el poder
¿Se ha planteado el Gobierno qué legitimidad tiene una reforma electoral votada en el Parlamento por el Partido Popular, quizá también por CiU (probablemente un partido abrasado a partir de noviembre) y por algún otro francotirador conservador? Poca legitimidad tendría una reforma si, además, es objeto de nueve recursos de inconstitucionalidad, como ha ocurrido con la Ley 27/2013, de 27 de diciembre, de racionalización y sostenibilidad de la Administración Local. Parece poco democrático convocar elecciones aplicando una ley recurrida una decena de veces.
http://elpais.com/elpais/2014/08/27/opinion/1409162319_645988.html
3.3 El PP diseña un PPucherazo, Javier Ruiz
Los datos muestran que la fórmula es en el fondo un blindaje del bipartidismo en un momento en que los electores apuestan por ponerle fin. Pero la reforma es, además, unescándalo en las formas porque los populares se dicen dispuestos a cambiar las reglas a 9 meses de las elecciones municipales sin el consenso de los demás partidos.
http://vozpopuli.com/blogs/4772-javier-ruiz-el-pp-disena-un-ppucherazo
3.4. Un nuevo Pucherazo Popular (otro más, ahora en Murcia), Ignacio Escolar
Tras los pasos de María Dolores de Cospedal en Castilla-La Mancha y de la ley «cerdada» para las municipales que cocina Mariano Rajoy, el PP El PP cocina otro golpe a la democracia en Murcia para mantenerse en el poder como sea, aunque los votantes los quieran echar.
http://www.eldiario.es/escolar/nuevo-Pucherazo-Popular-ahora-Murcia_6_298930137.html4
4
La socialdemocracia
4.1. ¿Puede la socialdemocracia sobrevivir a la globalización? Francisco Blanco Ángel
La socialdemocracia ha sido incapaz de entender que debe luchar por un nuevo modelo de globalización en el que la internacionalización de la economía se vea igualmente acompañada por una internacionalización de las instituciones.
4.2. La crisis desnuda la indigencia de la socialdemocracia, Gonzalo López Alba
El fracaso de Hollande ahonda el descrédito de la izquierda, que cuando gobierna aplica las recetas que critica en la oposición.
Urquizu: ‘La izquierda o asume que la única diferencia con la derecha son las políticas redistributivas o defiende que se puede salir de la crisis de otra forma, y, en este caso, tiene que decir cómo’.
La renuncia a la divisa socialista de la igualdad, de modo que, a juicio de otros teóricos, esconde la incapacidad para generar una alternativa que conjugue la eficacia económica con la defensa de los valores tradicionales de la izquierda
5
Crítica y amistad política en las confluencias de la izquierda, Víctor Alonso Rocafort
La dialéctica amigo-enemigo popularizada por el jurista nazi Carl Schmitt para explicar qué es lo político, además de resultar algo tosca como teoría, no supone novedad alguna. Y sin embargo en cada época no deja de gozar de admiradores. Schmitt siempre ha estado presente en el juego político de nuestro país
De ahí la necesidad de reivindicar otra forma de entender la política, que en realidad goza de siglos de desarrollo pero que hoy día sería una novedad. En esta otra política jugaría un papel crucial la noción de amistad
Entre amigos no debe existir el miedo a la crítica directa. Hay confianza para ello. Es signo de amistad, además, permitir al otro esa libertad tranquila que le permite pensar de forma distinta, expresarlo sin temor. Las unanimidades son siempre ficticias, peligrosas también, pues esconden fuertes imposiciones de quienes dictan lo que debe decirse, las injusticias que callar.
on tiempos para fomentar la amistad política en las confluencias puestas en marcha en nuestro país desde la izquierda. Desquitarse un poco de tanto Carl Schmitt y empezar a abrazar una tradición teórica de mayor enjundia y riqueza, aquella que desde Atenas y Jerusalén se expandió hace ya miles de años desde el Mediterráneo.
http://www.eldiario.es/zonacritica/Critica-amistad-politica-confluencia-izquierda_6_297530254.html
6
Desigualdad y democracia son incompatibles, Alberto Fernández
El crecimiento incontrolado de las desigualdades económicas imposibilita los pilares básicos de la democracia
Es solo a través de la intervención estatal que se puede obtener una redistribución de la riqueza, a través de medidas sociales, económicas y fiscales orientadas a la redistribución. Es decir, es solo a través de acciones políticas encaminadas a un sistema fiscal redistributivo y a la generación de políticas públicas de redistribución del capital y de servicios públicos para todos y todas, que se puede poner freno a la desigualdad y por lo tanto asegurar la democracia. Es solo a través de una economía democrática al servicio de los ciudadanos que podemos asegurar el propio sistema democrático.
7
Las cicatrices de quien se ha hecho adulto en tiempos de crisis, Alessandro Gentile
Se ha demostrado que aquellas personas que han vivido épocas de recesión económica durante su juventud son más proclives a desconfiar de las instituciones de gobierno
En palabras del poeta polaco Stanislaw Jerzy Lec, “las heridas cicatrizan, pero las cicatrices crecen con nosotros”.
8
«Los nacionalismos no soportan la complejidad”, entrevista a José Álvarez Junco
En España “no se sabe discutir” por “siglos de educación en el dogma
http://politica.elpais.com/politica/2014/08/29/actualidad/1409319119_192224.html
9
Falso amigo, Antón Costas
La amistad de la señora Merkel conviene al Gobierno. Pero no es buena para la salud de la economía. Entiéndaseme bien. No tengo animosidad alguna contra la canciller. Todo lo contrario. Me gustan sus virtudes como gobernante: su proximidad, su ausencia de boato en el ejercicio del poder, su honestidad. Lo que no me gustan son sus políticas.
La crisis de la eurozona ha sido autoinfligida por la austeridad
¿De dónde pueden venir los impulsos para el cambio? De la presión de la sociedad civil y de las políticas de la UE. Los partidarios de la integración deben recordar que su legitimidad social, su núcleo moral, no está en conceptos como competitividad o eficiencia, sino en su capacidad para ofrecer oportunidades de mejora a los ciudadanos, especialmente a los que más lo necesitan. Las políticas europeas quiebran esa legitimidad porque perjudican a los más débiles. Reconstruirla debería ser la prioridad de la nueva Comisión Europea, que ha de comenzar a funcionar estos días.
http://economia.elpais.com/economia/2014/08/29/actualidad/1409302324_331892.html
10
De lo que Thomas Piketty no habla: el origen de las desigualdades en el capitalismo de nuestro tiempo. Entrevista a Michael Hudson
“Pero, y sobre todo: Piketty no habla de la reestructuración total que es el meollo de esta revolución neoliberal, que son las privatizaciones. No critica la privatización. Y el grueso de esa riqueza del 1 por ciento, que no ha dejado de crecer desde 1980, es, todo debidamente considerado, el resultado de la privatización del dominio público y de los servicios públicos, de cosas que hace 100 años todo el mundo esperaba que fueran servicios públicos: carreteras, ferrocarriles, transporte público, sistemas de telefonía, sistemas de radiodifusión. Ahora que se han convertido en monopolios, los ricos ganan dinero con rentas monopólicas. Y la solución no es dejar simplemente que los ricos exploten al 99%, incrementando a su buen placer los precios que usted paga por el cable, por la refrigeración, por el transporte; es desprivatizar esos activos, devolverlos al dominio público, de manera que puedas suministrar a la gente servicios públicos básicos a precios muy bajos, y no a los precios extorsionadores que exige ese 1 por ciento que no ha hecho, en substancia, otra cosa que desahuciar a los Estados y expropiar el dominio público”
http://www.sinpermiso.info/textos/index.php?id=7266
11
Entrevista a Juan Torres López: “El rescate es un robo organizado de la banca y el Estado”
«Los recortes en derechos sociales son porque el dinero va a otro sitio, a pagar intereses y a rescatar bancos»
«Todas las crisis económicas se resuelven con una mayor concentración y centralización del capital. Es una ley económica, la naturaleza de la economía capitalista. Siempre ha pasado así, y va a pasar también así ahora. Esa mayor concentración va acompañada de los buitres que en estos procesos de destrucción y creación aprovechan la ocasión”.
12
El Gobierno desteje todo lo que teje Europa en materia de desahucios: ¡es el oligopolio, estúpido!, Javier Burón Cuadrado
España está entre los campeones del propietarismo europeo, junto con las tres repúblicas bálticas, Rumanía, Bulgaria, Hungría, Eslovaquia y Eslovenia. Y los países más propensos al alquiler (con un fuerte componente de alquiler asequible, social y cooperativo) son Suecia, Alemania, Dinamarca, Austria, Francia y Holanda. Convendremos en que en materia de vivienda nos conviene a todos estar más cerca del segundo grupo que del primero. Bueno, a todos menos al oligopolio del suelo-promoción-financiación (nuestra versión del complejo industrial-militar de los EEUU) y a sus acreedores internacionales.
Cuando les hablen del drama de las familias desahuciadas y el ensañamiento del Ejecutivo y el Legislativo con ellas, no piensen solo en lo hipotecario, piensen sobre todo en lo financiero
Lo puesto a disposición de la banca para su salvamento público en España (cerca de 240.000 millones de euros) equivale a más de un siglo de políticas públicas de vivienda al nivel de gasto de antes del 2009.
13
Desmantelamiento del Estado de bienestar, Antonio Antón
Extracto del Informe nº 99 (Julio) de la Fundación 1º de Mayo, Desigualdad, recortes y respuestas. Texto completo (53 pp.):
14
Renta Básica
14.1. A río revuelto, Renta Básica, José Antonio Herrero
El concepto de Renta Básica, tal como se concibe en su sentido más riguroso, tiene algunas llamativas diferencias que hacen cambiar radicalmente el sentido. Tomando las palabras del comunicado de Plataforma por la Renta Básica Universal de Sevilla: (leer aquí): “En ningún caso una renta subsidiaria y condicionada a situaciones de pobreza familiar y al mercado de trabajo puede ser tomada bajo el concepto de Renta Básica. Porque este concepto remite a incondicionalidad, individualidad y universalidad.”
¿Dónde está la diferencia? Sobre todo en los valores de fondo.
La Renta de Inserción (RbI) pretende ayudas a situaciones de necesidad, para personas que no tienen ningún tipo de ingresos y está condicionada a no tenerlos (si se tienen otras ayudas o algún tipo de salario, ésta se deja de percibir).
Una Renta Básica Universal (RB) resulta del reparto de la riqueza global del territorio que la aplica, sin condicionantes relacionados con los ingresos, la condición social, etc. La reciben todas las personas del territorio. Esto eleva el nivel de renta disponible de forma directa y crea ciertas condiciones que la hacen ventajosa:
– Elimina la “trampa de la pobreza”. Las cobramos todas las personas, ricas y pobres. A quien le “sobra” la devuelve vía IRPF. Y eleva el nivel global de ingresos. Así, se rompe la dependencia de los ciudadanos a aceptar cualquier tipo de empleo o subempleo, y asegura a todas las familias unos recursos básicos imprescindibles para la subsistencia.
– Ayuda a la desmercantilización de la vida humana. Permite desarrollar aspectos del desarrollo social, cultural y formas de vida alternativas que no son imaginables por los defensores de modelos neoliberales, donde todo debe tener un precio.
– Se aplica “antes de” cualquier ingreso que se tenga. Por lo que no tapa baches, si no que eleva el suelo. Esto favorece un importante aumento de la disponibilidad de dinero para el consumo.
A diferencia de la RbI, la RB no constituye un techo, sino que define sólo un nivel básico, a partir del cual las personas pueden acumular cualquier otro ingreso. Además, como también se ha argumentado detenidamente en otros lugares, la RB podría ser en muchos casos un estímulo para desarrollar trabajos remunerados, mientras que los subsidios condicionados no sólo no suponen este incentivo sino que representan todo lo contrario.
http://www.attac.es/2014/07/30/a-rio-revuelto-renta-basica/
14.2. ¿De qué hablamos cuando nos referimos a la Renta Básica?, Jordi Arcarons, Daniel Raventós, Lluis Torrens
La RB, que hace más de 30 años viene discutiéndose en círculos académicos, ha terminado por encontrar un amplio eco público, especialmente desde principios del siglo actual, en distintos movimientos sociales, sindicatos, partidos políticos y ciudadanía en general. Creciente ha sido el interés por la RB a partir de las consecuencias devastadoras para la población no rica de las políticas económicas aplicadas con la crisis económica. Pero la confusión ha crecido con el inicio, hace algunas semanas, de los trabajos de la comisión parlamentaria que está discutiendo la Iniciativa Legislativa Popular (ILP) presentada al parlamento catalán por la Renta Garantizada de Ciudadanía (RGC) (comisión del parlamento catalán a la que dos de los tres firmantes de este artículo han sido citados a comparecer)
La RGC y la RB se diferencian en muchos puntos, expondremos sólo cuatro:
1) La RGC es un subsidio condicionado. Conlleva unos costes administrativos muy altos en proporción al presupuesto general del programa condicionado. En cambio, la RB se cobra siempre y representa una simplificación administrativa envidiable.
2) La RB se garantiza ex-ante, la RGC, en caso de poder acceder a ella, ex-post. Esta característica convierte a la RB en una medida esencialmente preventiva de la exclusión y activadora de la real igualdad de oportunidades.
3) La RGC intenta paliar la situación de pobreza y escasez, la RB pretende garantizar la existencia material a toda la población. La pobreza y la destrucción de las condiciones de vida y trabajo de buena parte de la población no son solamente un problema de desigualdad, también son un problema de libertad.
4) La RGC puede hacer caer en la trampa de la pobreza a sus beneficiarios. En tanto los trabajos remunerados a los que pueden optar son precarios y mal pagados, puede resultarles una pérdida neta de ingresos renunciar a la RGC y trabajar. Con la RB ello se evita.
http://www.sinpermiso.info/articulos/ficheros/arcaravetorredeque.pdf
14.3. ¿Siete argumentos en contra de la Renta Básica? No exactamente, Jordi Arcarons, Daniel Raventós, Lluis Torrens
Como es habitual cuando una propuesta normativa de envergadura, y la RB lo es, se convierte en tema de intenso debate público, surgen como setas en otoño “amigos” y “enemigos” de la propuesta. Y bien está, pero creemos que vale la pena intentar aportar algunos conocimientos viejos, porque siguen siendo buenos, así como otros más nuevos, porque son necesarios. Para lo que pueda servir. Al fin y al cabo, el artículo de Eduardo Garzón intenta discutir en serio y honradamente algunas cuestiones en relación con la RB, lo que permite en principio un intercambio intelectualmente fecundo y ad rem. No pocas veces se ha criticado a la RB per fas et nefas: porque sería intrínsecamente perversa, o neoliberal, o estatalista, o patriarcal, o porque iría en contra del pleno empleo, o porque buscaría una sociedad de subsidiados. O, ¿cómo no?, porque no acaba con todas las injusticias del capitalismo. En esos casos, el debate serio ya es más difícil.
http://www.sinpermiso.info/textos/index.php?id=7244
15
La caída de los viejos caciques, Javier Moreno Luzón
Carlos Fabra y José Luis Baltar levantaron feudos políticos casi inexpugnables asentados en el clientelismo y la corrupción. Ambos parecen residuos del pasado, incrustaciones de una España inculta en un país moderno.
Estos personajes tienen mucho en común. Los dos comenzaron en la Unión de Centro Democrático, que recogió desde el poder heredado de la dictadura adhesiones locales que luego alimentaron al Partido Popular en expansión. Ascendieron y consolidaron su influencia en las Diputaciones Provinciales, centros neurálgicos en el reparto de subvenciones y servicios, en especial para los municipios pequeños. Y nutrieron verdaderas dinastías políticas: Fabra recibió el legado de sus ancestros, entre los que es posible encontrar hasta cinco presidentes de la Diputación castellonense, pero le resultará difícil transmitirlo a su hija Andrea, que habló demasiado alto en cierto episodio parlamentario; Baltar, en cambio, consiguió dejar a su hijo tanto el liderazgo partidista como la presidencia de la institución provincial.
Ambos comparten también un toque pintoresco que induce a la sonrisa cómplice: las gafas oscuras de Fabra y su insólita suerte en la lotería; la afabilidad campechana de Baltar, que se arrancaba a tocar el trombón en los actos con sus correligionarios. Pero, sobre todo, se asemejan en algo fundamental: su capacidad para levantar feudos políticos casi inexpugnables. Arrasaron elección tras elección ante la impotencia de sus rivales, internos y externos, que a veces se pasaron a sus filas. Y presumieron de hacer cientos de favores y de dar empleo a numerosos paisanos.
A finales del siglo XIX y comienzos del XX, la geografía política española estaba poblada por hombres así. Los partidos gubernamentales de entonces, el Conservador y el Liberal, se componían de grandes caciques, caciques y caciquillos que manipulaban a su antojo los resortes de la Administración.
En cualquier caso, este sistema, nada excepcional en la Europa de la época, reunía los rasgos típicos de cualquier organización política clientelar, en la que facciones y partidos no son más que clientelas estables formadas por patronos y clientes que intercambian entre sí variados recursos: los patronos proporcionan protección y trabajo a los suyos, gestionan para ellos concesiones individuales o colectivas, desde un permiso hasta una carretera; los clientes, a cambio, les garantizan su lealtad, no sólo a la hora de votar.
Clientelismo y corrupción están íntimamente unidos, ya que el cacique abusa y tuerce la norma siempre que puede con el fin de favorecer a los suyos, haciendo bueno el dicho “al amigo el favor, al enemigo la ley”. Cualquier distribución de dineros o puestos públicos basada en criterios clientelares atenta contra una asignación racional de los mismos. El reinado caciquil trae consigo despilfarros, favoritismos e injusticias; degrada la condición de los ciudadanos, sometidos al dictado de intereses bastardos, y promueve el desapego general hacia la política, percibida como un contubernio entre amigotes que se dividen el pastel estatal.
La red de corruptelas solo acabará cuando a la vigilancia legal se una el repudio en las urnas.
En la base de esos comportamientos, que aún forman parte sustancial de la cultura política de los españoles, se halla el aceite que engrasa todo intercambio de favores: la recomendación, motor de muchas decisiones en diversas instancias. Desde una empresa pública hasta un hospital, desde las universidades hasta el Tribunal de Cuentas. Como denunció el fiscal José María Mena, la Audiencia Provincial de Castellón contribuyó a perpetuar la corrupción cuando se negó a sancionar a Fabra por tráfico de influencias, pese a haber presionado a varios ministros y altos cargos hasta obtener autorizaciones que beneficiaban a sus amigos. El tribunal argumentó que no podía “penalizar la recomendación, una práctica por lo demás habitual”. Pues de eso se trata.
http://elpais.com/elpais/2014/08/28/opinion/1409231068_302832.html