En las últimas semanas ha habido, entre muchas, tres presentaciones de libros excepcionales, de tres de los autores más nítidamente consagrados entre nosotros: Félix Romeo, Javier Tomeo y José Luis Melero.
Antón Castro acaba de publicar “Versión original”, el libro que acaba de publicar, “El llanto de los boxeadores” es el último poemarios de Fernando Sanmartín y al mismo tiempo que se edita la novela póstuma de Félix Romeo, "Noche de los enamorados", aparece “!Viva Félix Romeo!” donde colaboramos docenas de sus mayores amigos, aragoneses y no. Un buen recuerdo y un imprescindible testimonio.
“Es una mujer y está muerta” y “Cerrar los ojos de la víctima es señal de conocimiento entre verdugo y víctima. La evidencia de que el verdugo se niega a considerarse culpable”. Estás son las primeras y escalofriantes frases con las que comienza la infeliz novela póstuma de Félix Romeo (Zaragoza 1968 - Madrid 2011) “Noche de enamorados”. Este libro-reportaje, fue fruto de la verdadera historia de un crimen perpetrado por Santiago Dulong en la persona de su mujer María Isabel Montesinos, ocurrida hace quince años, a través de esas casualidades que sólo los buenos libros pueden recuperarlo y hacernos vibrar.
Félix era excesivo: en la pasión por los libros, por su chica, por los cómics, por los amigos, por el fútbol; en la ira manifestada a gritos o a sollozos, en la inmensa y casi vergonzante ternura, en el amor a la libertad casi por encima de todo. Amaba la noche, unas buenas cervezas, una conversación larga y densa; lo criticaba todo para entenderlo todo. Viajaba sin cesar, quizá porque era el único modo de añorar y querer a su ciudad, con la que no terminaba de establecer una relación tranquila.
Los Fueros de Aragón, el patrimonio aragones y la traducción de Discotèque entre las mas recientes propuestas editoriales..