Ni Mariano Gistáin, ni Antón Castro, ni mucho menos el más joven Ismael Grasa, llegaron, por diversas razones, a formar parte del equipo Andalán. Tras su desaparición en enero de 1987, sin embargo, formaron parte de manera natural del grupo que lideró siempre José Antonio Labordeta, que prosiguió reuniéndose en Casa Emilio, discutiendo de todo lo divino y humano, riendo, cantando. De ese grupo, más dispar de lo que puede parecer pero con un denominador común zaragozano, cultural, progresista, divertido, gustoso de la amistad como un gran valor, han salido ya unas docenas de libros de muy notable calidad.
"Zaragoza, tú y yo" de Mariano Gistaín y Pilar Clau, "Miguel Servet, historia de un fugitivo" de Fernando Martínez Laínez, "Años políticos e Históricos 1814-14" de Faustino Casamayor, "Más Estado y más mercado. Absolutismo y economía en la España del siglo XVIII" de Guillermo Pérez Sarrión, "Los orígenes del Estado de bienestar en España. 1900-1945. Los seguros de accidentes, vejez, desempleo y enfermedad" coordinado por Javier Silvestre y Jeronia Pons, "Aragón sin empalmes." de Joaquín Carbonell y Roberto Miranda, y el número 3 de la revista "Aragón Educa".
Cuantos conocemos y queremos a Mariano Gistaín (ambas cosas vienen […]