• 07/10/2010

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    La programación en el cine de conciertos y representaciones de ópera desde los mejores teatros y por intérpretes muy destacados es una estupenda noticia para los aficionados. La comodidad, el precio, el sonido, la realización en HD y con primeros planos de los intérpretes son suficientes atractivos para animarse a acudir a las proyecciones programadas.

    Es evidente que esos conciertos y representaciones nunca podrán sustituir el ambiente y las sensaciones de escucharlos en directo, pero hacen posible asistir a acontecimientos musicales que no es fácil frecuentar. Por otra parte, esa comodidad puede animar a asistir a personas que no tienen afición e introducirse en un mundo nuevo que puede despertar su interés.