Generalmente los actuales libros de historia, centran sus esfuerzos en recordar […]
En este país padecemos del mal de la desmemoria. Ni las magistrales fórmulas de nuestras abuelitas, basadas en la ingesta masiva de rabos de pasas, o los sanos consejos de la medicina natural recomendado la toma de soja tres veces al día sirven para nada. Tan siquiera esas milagrosas píldoras contra el olvido, de cuyo nombre no consigo acordarme, que recetan los galenos para combatir el Alzheimer pueden ayudarnos a evocar cualquier vestigio de todo aquello que no conviene que sea recordado.