El tabaco era anfitrión de fiestas y reuniones familiares, y los adultos respetables, tanto los tipos duros del cine y las divas más atractivas, como los sabios y los poderosos, se dejaban inmortalizar con aquello que hoy provoca tanto rechazo. Pero hoy todo esto ha cambiado y el cigarrillo se ha convertido en los bubones de los apestados del siglo XXI.