En los dias azules del otoño es buen ejercicio “echarse al monte” con un buen libro y un cuaderno de apuntes paladeando la belleza de los bosques.
Desde Biescas me gusta pasear hasta los pueblos del Sobremonte: Aso, Yosa y Betés donde compro judias,lechugas y huevos frescos. Hay que subir por el barranco de Arás con buen calzado. Son pueblos dignos de enmarcar un pesebre navideño.
Los campos de Aso tienen una belleza celestial. A la sombra de un manzano y después de reponer fuerzas leo un pasaje de Séneca extraido de las utopias del mundo antiguo.