Un riguroso contador de historias, eso debe ser el historiador, escribe Pedro Ciria; y a fe que él se afana por cumplir su postulado. Lo hizo de alguna forma en El sueño de ser grandes. Historia del nacimiento del fútbol en Zaragoza (1903-1936), fruto de su tesis doctoral, volvió a hacerlo más acusadamente en su novela Legionarios, el Maño y continúa caminando de nuevo por esa senda de historiador contando historias en La inocencia del cruasán.