Mosén Pedro Dosset “El Boletín […]
Estudio de la figura y obra de un personaje fundamental de la Historia de la izquierda alemana, Karl Liebknecht.
23.1. El Muro de Berlín: inicio y final de la Guerra Fría, Javier Jiménez Olmos 23.2. La caída del Muro de Berlín abrió el camino a la supremacía alemana en Europa, Pedro González 23.3. Volver a empezar, Ignacio Vidal-Folch 23.4. Cuatro mundos. En vista de los acontecimientos ¿estamos en 1914, 1938, 1945 o en 2014?, José Ignacio Torreblanca 23.5. Alemania, 25 años después, Daniel Barenboim
La caída del Muro de Berlín en 1989 es un hecho sin par en la Historia, ya que los ciudadanos que vivían al este del Telón de Acero podían acceder y disfrutar de la democracia, y del capitalismo. O lo que es lo mismo: del progreso, la modernización y la felicidad. Demasiado bonito. Este acontecimiento a algunos nos dejó un sabor agridulce. Por un lado, la recuperación de la libertad era positiva. Por otro, el fracaso de un sistema político, social y económico, cuyo centro radicaba en Moscú, la patria del proletariado internacional. Hubo intelectuales que dejaron de mirar hacia allí, tras los acontecimientos de Hungría en 1956, aunque ya supuso un durísima crítica al mito soviético, el libro de 1940 El cero y el infinito, de Arthur Koestler. Muchos más se desengañaron tras la primavera de Praga en 1968. Archipiélago Gulag de Solzhenitsyn en 1973 también supuso nuevos abandonos…. Mas, es incuestionable que en el socialismo real, su raíz primigenia fue el marxismo, ideología que ha atraído a muchos millones de hombres, obreros e intelectuales. Tal atractivo, según Tony Judt, está justificado, y todos aquellos que en los años recientes se han apresurado a saltar sobre su cadáver y han proclamado el “fin de la historia” o la victoria de la paz, la democracia y el libre mercado, deberían tenerla en cuenta.