Ángel Ossorio y Gallardo realizó unas declaraciones sobre el trascendental momento histórico que vivió España en torno al 14 de abril de 1931, centrándose en la decisión que debía tomar el rey, y que, creemos tienen su interés, desde su posición monárquica heterodoxa.
Los Gobiernos de concentración nacional, después de la triple crisis de 1917, supusieron el último intento de regeneración del régimen político español de la Restauración, pero llegaban en un momento en lo que solamente era viable ya la ruptura con el mismo. En principio, se pretendía que liberales y conservadores abandonasen sus enfrentamientos, tanto entre ellos como en el seno de sus formaciones que, en realidad, eran más intensos o virulentos. Además, se apostó por introducir en los engranajes del poder a la burguesía catalana, representada por una Lliga Regionalista que había protagonizado el fallido intento de profunda reforma política de la Asamblea de Parlamentarios de Barcelona y que ahora veía con espanto el auge de la presión anarcosindicalista en Cataluña. Era la hora de participar en el Gobierno del Estado. Eran momentos en los que pesó más el alma burguesa que la catalanista.
Por jacobinismo se entiende, en la actualidad, la defensa a ultranza del centralismo del Estado, así como de los principios de una democracia radical, entendida desde una dimensión ética. El jacobinismo ha tenido y tiene connotaciones de todo tipo. Se habla, por ejemplo, del alma jacobina de una parte de la izquierda frente a otra más federalista en relación con la estructura del estado en el caso español, o se recuerda el terror asociado a los jacobinos en la Revolución francesa. Pasemos, pues, a realizar algunas breves reflexiones sobre lo que fue el jacobinismo en su época y quiénes fueron los jacobinos.
Los partidos dinásticos del turno político del sistema de la Restauración –conservadores y liberales- estaban realmente muertos al terminar la Dictadura de Primo de Rivera.
Breve estudio del turnismo en la España de la Restauración borbónica
En este artículo estudiamos la reforma local planteada por Antonio Maura en su denominado “gobierno largo”, sus objetivos, contenido, limitaciones y el resultado final.