• 20/04/2017

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    En un luminoso artículo en el Heraldo del Jueves Santo, exponía Antón Castro su preocupación y tristeza porque “Zaragoza tiene, desde hace años, un grave problema con el arte: rara vez sus exposiciones son reseñadas en medios nacionales… La política de artes plásticas es una asignatura pendiente”. Aludía indirectamente al fracaso del proyecto Goya, que hubiera sido muy importante; y nos señalaba algunas cosas interesantes, como la espléndida muestra de los cientos de preciosas portadas diseñadas por Manuel Estrada (sucesor del mítico Daniel Gil en Alianza, y otras varias editoriales), que corrimos a ver antes de su final, el domingo de Pascua. O la exposición en Etopia, el alejado y solitario centro para el Arte y la Tecnología, cerca de la estación Delicias, de un conjunto de instalaciones diseñadas por Chavalvert, entre la imagen, el objeto y el tiempo, que visitamos el sábado de Gloria.