Leyendo Kino y Sherezade, uno siente el poder de la gran literatura. Sólo por leer estos dos cuentos merece la pena adquirir un ejemplar de Hombres sin mujeres y llevárselo a la playa o a la piscina.
Leyendo Kino y Sherezade, uno siente el poder de la gran literatura. Sólo por leer estos dos cuentos merece la pena adquirir un ejemplar de Hombres sin mujeres y llevárselo a la playa o a la piscina.