Dedicado el año 2013 a la celebración del bicentenario de Verdi y de Wagner y al centenario de Benjamín Britten, el año que ahora comienza va a dar protagonismo a Richard Strauss, al cumplirse los ciento cincuenta años de su nacimiento.
Nacido en Munich, en el seno de una familia acomodada, Richard Strauss va a ser testigo del final de un mundo, con la desintegración del Imperio austrohúngaro, en el que había brillado la refinada y culta Viena, y dos guerras mundiales.