El ferrocarril Zaragoza-Pau por Canfranc se inauguró el 18 de julio 1928 y tuvo sus orígenes en un proyecto de la Sociedad Española de Amigos del País de 1853 cuyo objetivo era impulsar la conexión de España con Francia, proyecto que también fue asumido con ilusión por la Administración francesa. Se trataba de abrir una puerta a Europa a través del ferrocarril en su afán de reconstrucción y europeización de España, como símbolo de libertad y desarrollo, y desde el punto de vista de nuestros vecinos del norte, de impulsar unas comunicaciones con el sur de Europa que, fundamentalmente, mejorasen las relaciones comerciales.