La ciudad de Ferrara, intelectual y rica en ecos literarios y artísticos ha guardado de su periodo del Renacimiento muchos vestigios cuando la Casa de Este rivalizaba en fasto y cultura con la de Milán, Venecia, Mantua y Milán. Guardaron relación con los aragoneses de Nápoles. Cuando fueron expulsados por el papa en 1598 fijaron su capital en Módena. La nueva Ferrara respira amplitud y elegancia. La geometría gobierna la ciudad. Deja espacio con sus silencios.Aquí se inspiró el pintor Chirico impregnando sus cuadros de una atmósfera particular, de una cierta melancolía. Savonarola y Giordano Bruno tienen presencia en sus calles.