La Constitución de 1812 dedicó el Título VIII, desde el artículo 356 hasta el 365 a tratar de lo que se denominó “la fuerza militar nacional”. La importancia de los dos capítulos de este Título es fundamental en la historia de España porque diseñaba por vez primera lo que el liberalismo esperaba de las fuerzas militares. En este trabajo solamente aludiremos al primero de dichos capítulos porque ya hemos tratado en otro artículo sobre la Milicia Nacional.