La isla de Skye es la mayor y más septentrional de las Hébridas interiores, aunque su población no llega a los 10.000 habitantes. El aislamiento geográfico, sus bellos paisajes, la limitada población y una actividad dedicada a la agricultura, la artesanía, el turismo y la destilación de whisky, hacen de Skye un lugar ideal para el descanso y el goce tranquilo de sus muchos atractivos. Las incisiones que hacen las rías a lo largo de toda la costa hacen que siempre se esté cerca del mar.