Decido escoger la compañía de Karl Popper esta mañana de otoño que parece un preludio de primavera a pesar de los amarillos y rojos que tapizan los bosques. Ha llegado a mis manos ordenando mi biblioteca un bello libro de este filósofo. Pienso que es bueno recordar a los clásicos, a los que apuntalaron nuestro saber, los creadores de códigos morales que atraviesan los siglos y que flotan en la historia. Las verdades son amigas del tiempo.