Cuando concluye una legislatura de las Cortes de Aragón parece lógico efectuar un balance de la labor legislativa desarrollada, aunque no pueda ser tan extenso como exigiría un comentario detallado. Como dato a tener en cuenta se pone siempre especial énfasis en el número de leyes aprobadas, pero ello debe completarse con la consideración de su trascendencia social, su calidad y la eficacia de la regulación aprobada. No debe olvidarse que lo que caracteriza a las leyes –más que sus declaraciones de intenciones o su enumeración de objetivos y principios--, es el carácter imperativo de sus mandatos y su capacidad de obligar a sus destinatarios, tanto sean gobiernos o ciudadanos.