Bueno, pues ya está. Ya lo he hecho. Si, ya sé que todo el mundo ha leído “El tiempo entre costuras” pero yo, no. Ahora no lo puedo decir más. Estaba harta de que me preguntaran: ¿tienes el libro? ¿Lo has leído? ¿Qué te parece? Señor, no podía decir nada de nada salvo que no tenía intención de leerlo. ¿Por qué? Pues no lo sé, manías.