Zapeando frente al televisor me detengo en una entrevista a Mario Vargas Llosa. Tiene lugar en Colombia, poco después de la muerte de García Márquez. Tanto el entrevistador como Vargas visten traje y corbata y parecen encontrarse en el lobby de un hotel. Eso es lo primero que llama mi atención, el atuendo de ambos en medio de un calor que imagino tropical.