La presencia militar en la vida política española del siglo XIX obedece a un conjunto de factores. En primer lugar, la Guerra de la Independencia, las guerras de emancipación americana y las guerras carlistas dieron un gran protagonismo a los militares. Se convirtieron en elementos imprescindibles para establecer el nuevo sistema político liberal, habida cuenta de la debilidad de la burguesía y el escaso, cuando no nulo apoyo popular, hacia el cambio político. Los generales, conocidos popularmente como “espadones”, fueron conscientes de su importancia, encontrando en los dos grandes partidos políticos, el moderado y el progresista, así como luego en la Unión Liberal, un lugar destacado, ya que terminaron por liderarlos en muchos momentos. Recordemos la trascendencia histórica de nombres como Espartero, Narváez, O’Donnell, Serrano o Prim.
La Constitución de 1869, surgida de las Cortes Constituyentes que se habían elegido después de la Revolución Gloriosa de 1868, estableció una Monarquía para España, aunque mucho más liberal que la que había existido hasta entonces.